Alternativas para una menstruación ecológica

alternativas ecológicas para la menstruación sostenible

A veces nos acostumbramos a dar por normales cosas que de normales, tienen muy poco. Somos animales de costumbres pero las costumbres acumuladas en las últimas décadas, ya lo sabemos, nos llevan por mal camino. Y en este artículo quiero hablar sobre una costumbre que parece aún intocable para muchísimas mujeres. Cada vez menos, por suerte y gracias al esfuerzo de muchas otras mujeres). Me refiero al uso de productos desechables y llenos de plástico para la menstruación.

Porque como veremos en este artículo, hay alternativas ecológicas para menstruaciones sostenibles, y además son más saludables, más amables con nuestra vulva y nuestra vagina, tienen mayor responsabilidad social y nos reducen el riesgo de irritaciones entre otros males.

¿Por qué cambiarte a una menstruación sostenible?

Podemos calcular que cada regla dura de media unos 4 días, aunque para muchas mujeres dura más. Tenemos aproximadamente 12 reglas al año, por lo tanto, menstruamos unos 48 días anuales. Así durante una media de 35 años de nuestras vidas, cada mes, así que podemos calcular que tenemos unas 420 menstruaciones aproximadamente a lo largo de nuestras vidas, obviando los meses en los que tal vez no tengamos la regla porque estamos embarazadas o amamantando.

Es decir, una mujer puede tener, por ejemplo,  1680 días de menstruación a lo largo de su vida. Y podemos calcular que en cada uno de estos ciclos, necesitamos entre 4 y 6 compresas o tampones al día.

¿Volvemos a multiplicar? Utilizaremos entre unos 6 mil y 10 mil tampones y/o compresas en nuestras vidas (o no, como veremos en este post). Estos son mis cálculos personales, hay quien eleva la cifra hasta 15 mil.

Ahora, imagínate todos los residuos de la higiene menstrual de tu vida en una montaña de basura. Imagínatelos con sus cajas, empaques, aplicadores, envoltorios. Con los salvaslips que tal vez usas los últimos días del período o más días aún. Y ahora, si es que puedes, multiplica esa montaña por los casi 2 mil millones de mujeres aproximadamente que menstruamos en el mundo en zonas urbanas. Exacto. Un desastre ambiental. 


Utilizaremos entre unos 6 mil y 10 mil tampones y/o compresas en nuestras vidas (o no, como veremos en este post). Estos son mis cálculos personales, hay quien eleva la cifra hasta 15 mil


En este vídeo estiman 13.699 toallas o compresas femeninas llegando a los vertederos por segundo. Y aún no hemos hablado de los materiales que pueden contener.

Alternativas para ma menstruación sostneible. Desechables ecologicos
Las compresas desechables no se reciclan, todas acaban en el vertedero o incineradas

Todos estos millones de menstruaciones son la cosa más natural del mundo y parte básica del secreto de la vida. Sin embargo, en los últimos cien años lo hemos convertido en una realidad terriblemente contaminante gracias a las compresas femeninas o toallas sanitarias, y los tampones desechables cuya invención aún hoy muchas recuerdan como algo liberador. Y lo entiendo, pero no. Nos toca cambiar de paradigma. Y lo mejor es que hay alternativas sostenibles para la menstruación.

En fin, vamos a hablar, ahora sí, de las opciones disponibles para una regla sostenible.

¿Son ecológicas las compresas y tampones orgánicos desechables?

Cada vez hay más alternativas desechables con sello ecológico, pero yo en este caso voy a hablar de los productos desechables ecológicos de higiene íntima de Natracare, que son los que más conozco.

Estas compresas desechables son de algodón orgánico, además de celulosa y almidón para las partes impermeables, envoltorios, etc y, tal como los convencionales, se descartan después de su uso.

Desde luego, es una alternativa más sostenible, que tiene sus cosas buenas:

  • Las compresas y tampones desechables ecológicos son menos contaminantes en su producción y te ayudan a vivir sin plástico (no involucran materiales derivados del petróleo en general).
  • No se utiliza cloro para el blanqueado (en el caso de Natracare al menos).
  • Son más sanos y el material es menos agresivo que el de las convencionales, lo que reduce rozaduras e irritaciones.
  • No llevan perfumes, reduce los olores desagradables.
  • Son biodegradables y compostables en compostadoras industriales.
  • Sólo haces un «pequeño gasto» en cada menstruación, sin invertir mucho de golpe.
  • Las usas y básicamente las tiras y te olvidas… ¿realmente?

Ahora veamos los puntos en contra de las alternativas ecológicas y desechables para la menstruación:

  • Las usas, las tiras y, si has leído este post, tal vez luego no olvides que acabarán contaminando el planeta. 😉
  • Se trata de un producto industrial, que requiere explotación de recursos, uso de energía y transporte para ser utilizado durante unas 5 horas, probablemente menos. No tengo recursos para calcular su huella ecológica pero puedo imaginarla.
  • La montaña de residuos que producirás será exactamente igual de inmensa que con cualquier otro desechable.
  • Aunque teóricamente sean compostables, hay que tener en cuenta que este tipo de materiales no aportan absolutamente nada a un compost, por lo que solo pueden compostarse en muy poca cantidad, y que solo pueden ser compostados en compostadoras industriales, no domésticas. Además, en la práctica, no se admiten en la mayor parte de instalaciones de compostaje de residuos orgánicos públicos.
  • Igual que los productos de higiene íntima desechables convencionales, te obliga a gastar mes a mes durante gran parte de tu vida.
  • Cuestan más dinero que las compresas y tampones convencionales (más del doble, y aún hay que tomar en cuenta el coste ambiental de las cosas).

No sé tú, pero yo creo que aunque siempre serán una opción mejor que las tradicionales, no solucionan el problema. Cambiar las convencionales por compresas y tampones ecológicos desechables es un paso en la dirección correcta, pero absolutamente insuficiente.

Mi consejo siempre será que escojas cualquiera de las alternativas para la menstruación que son reutilizables.

¿Por qué preferir las alternativas reutilizables para la menstruación?

Lo primero que tengo que decir es que si aún no has probado ninguna alternativa reutilizable y ecológica para la regla sostenible, te sorprenderá la forma en la que redefinirán la relación que tienes con tus ciclos. En cierta forma, descubrirás que toda tu vida te han estado engañando sobre algo que te define, porque los desechables realmente desfiguran lo que es la regla.

Déjame que te cuente por qué son la mejor opción posible para la menstruación:

  • Son más ecológicas: un solo producto sustituye a muchísimos desechables, reduciendo los residuos generados tanto en la producción como tras el uso, además de la huella de carbono resultante del transporte.
  • Son más económicas: un solo producto sustituye a muchísimos desechables. 🙂
  • Son más respetuosas con tu cuerpo: tus mucosas y tu piel sólo están en contacto con materiales inocuos.
  • Te ayudan a entender tu menstruación y a relacionarte con ella de una forma más natural, libre de tabúes.
  • No tienen olor. El olor desagradable de una compresa usada es el olor de una compresa llena de químicos y sangre. Verás que cuando está libre de los perfumes absurdos de los productos industriales, la regla tiene un olor suave, agradable, un tanto metálico y también dulce. Yo he llegado a la conclusión de que la sangre, al estar en contacto con el tampón o la compresa convencional y lo que contienen estos, comienza a descomponerse más rápido. ¿O harán algo para que huelan así y tengas que cambiarte antes?

La copa menstrual

A pesar de que he leído por ahí que se inventó por los mismos tiempos que los tampones y que en los últimos años ha ido ganando cada vez más popularidad, aún sigue siendo un producto revolucionario. La copa menstrual es un dispositivo en forma de copa -¡ya te lo habrás imaginado!- que se inserta dentro de la vagina de manera similar que un tampón. Pero en lugar de estar hecho de un material que absorbe la sangre, la recoge como buena copa y la contiene en su interior hasta que tú la vacías.

Yo solo te recomiendo usar copas menstruales de silicona médica o quirúrgica.

Yo compré mi primera copa vaginal en el 2007, por Internet y sentí que comprendía lo que realmente es la regla por primera vez. El simple hecho de ver tu sangre como realmente es, sin que esté empapando un producto industrial, es como una reconciliación con la propia esencia de tu femineidad. Y entiendes perfectamente que la regla no tiene nada de desagradable.

Su material flexible se adapta perfectamente a las paredes de tu vagina haciendo una suerte de vacío y esto normalmente garantiza que no haya pérdidas ni otros accidentes, aunque dependerá también del estado de tu musculatura vaginal. Se coloca fácilmente y puedes dormir, nadar, saltar con la copa menstrual sin problemas y, si está bien colocada, no deberías ni sentirla. Mucho menos molestar.

No puede perderse en el interior de tu vagina (¡anatomía básica!) y si la lavas bien, es perfectamente higiénica y sin riesgo de síndrome de shock tóxico. Tampoco causa irritaciones ni altera la mucosa vaginal. Sin embargo, no es un material que se recicle actualmente.

Para mí, lo más trascendente de la copa es que viertes el contenido de tu copa en el bidet, el inodoro o donde sea y, ¡tatán! se va con el agua sin dejar más residuos en tu casa. No hay basura, no hay malos olores de los cuales deshacerte, no hay rastros que no desaparezcan con pasar un paño en caso de accidente.

copa-menstrual-Alternativas para la menstruación
Una sola copa menstrual sustituye muchísimos tampones o compresas.

Tienes que hacer una pequeña inversión, pero realmente muy pequeña y puede durar 10 años y más, y doy fe de ello.

Sin embargo, la copa menstrual también tiene algunos puntos en contra. Sobre todo, que vaciarla en un baño público puede ser un poco incómodo, pero con el tiempo acabas encontrando tus trucos. Tampoco es muy recomendable para mujeres con demasiada aprensión a la sangre y tiene un período de adaptación que puede ser más difícil para algunas mujeres. Te dejo un post de alguien que se ve que odió a muerte la copa vaginal y la caricaturiza al máximo, para que no digas que sólo doy un punto de vista.

Para saber más sobre la copa menstrual, te invito a leer el artículo en el que reúno opiniones de muchas usuarias sobre la copa menstrual, y las respuestas a muchas de las dudas más frecuentes sobre su uso.

Hay dos marcas de copas menstruales que me encantan: Naturcup, que está hecha en España, y OrganiCup, que es una marca con mucho compromiso, que lucha contra la pobreza menstrual.

Ambas tienen una garantía de adaptación, lo que quiere decir que si no te va bien después de unos meses, puedes pedir un cambio de talla o devolución.

Las compresas menstruales de tela

No te cierres a la idea, por favor. Lo digo yo, que hace nada no me veía ni de milagro lavando compresas a mano, pues me ha sorprendido gratamente lo cómodas y fáciles de lavar que son. Yo tenía mucha curiosidad por probarlas -y confieso que también mucho escepticismo- y la verdad es que estoy totalmente encantada con ellas.

Si eres de las que no se atreven con la copa menstrual (hay quien no es capaz de usar ni tampones) las compresas femeninas reutilizables pueden ser una solución para ti. 

No se parecen a las antiguas compresas o toallas de tela (que yo no llegué a conocer, porque eso en mi familia no se usaba cuando yo era niña, pero me han contado horrores).

En Usar y Reusar, la tienda que fundé y dirigí por cuatro años, disponen de una gran selección de compresas de tela, para distintos tipos de flujo y de varios proyectos, todos éticos y con la sostenibilidad como norte. Todas ellas amables al tacto, con «alas» para evitar accidentes con tu menstruación y con materiales súper absorbentes para poder tener un producto fino y cómodo de llevar.

Kit compresas sostenibles
Estas, por ejemplo, son de un proyecto social de la India, Ecoffemme, que ¡amo!

Yo solo te recomiendo usar compresas de algodón orgánico. Así garantizas que es un material libre de componentes irritantes y potencialmente tóxicos. Tu piel no debería estar en contacto con nada más. Y esto, frente a la sensación de una compresa desechables, parece una caricia.

Hay diseños realmente bonitos y, si las lavas bien, no se manchan. El secreto para sacar manchas de tela es tan simple como lavar con agua fría. El agua caliente fija la mancha mientras el agua fría la limpia sin problemas (y una venga a lavar las braguitas con agua que quema)

Si están bien hechas -como las que aquí menciono- son muy absorbentes. Yo las puedo usar por más de 4 horas en mis peores días.

Yo soy fan de las copas vaginales, pero he tenido reglas mucho más dolorosas en los últimos tiempos, supongo que son cambios hormonales, y a veces siento que todo me molesta. Para estos días, una compresa de tela es como una forma de mimarme a mí misma.

Claro que las compresas también tienen sus puntos débiles y el más importante es que tienes que lavarlas a conciencia. Lo mejor es tener un pequeño cubo lleno de agua fría, lavarla al momento o remojarla durante una hora para que la sangre seca se empape y luego lavar bien, ya sea a mano o en la lavadora. Pero de verdad que no es difícil hacerlo.

Si la usas en la calle y te toca cambiarte, también tienes que cargar con ella. La misma Maripuri nos aconseja guardar la compresa en un sobre o bolsita impermeable. Comenta que si encuentras un baño con lavabo dentro, también se puede aclarar y así facilitará el trabajo luego en casa pero a mí esto me parece más engorroso.

También puede ser incómoda para ciertos deportes, por eso es muy práctico combinarla con la copa. Y al no tener el adhesivo de las desechables, tiende a moverse más, pero esto se reduce si la usas con la ropa interior adecuada.

Para usar sólo compresas de tela tienes que hacer una inversión mayor que con la copa menstrual.

Si quieres saber más sobre las compresas de tela, y despejar todas las dudas que te queden, te recomiendo este artículo en el que resumo sus ventajas y desventajas, con la ayuda de muchas mujeres que las han usado ya.

Las bragas menstruales

Las bragas menstruales cada vez son más populares.

Son una alternativa, sobre todo, a las compresas menstruales y tienen la ventaja sobre estas que no tienen el problema de que la parte absorbente se mueva, ya que está y la braga son una. De hecho, en eso consisten: se trata de una braga a la que se ha añadido una parte absorbente en el puente, para que absorba el flujo menstrual.

Las kiwitas, de Platanomelón, un proyecto que defiende la no descriminación

Cada vez hay más marcas, y las prestaciones cambian entre una y otra. La mayor diferencia es que algunas tienen una capa absorbente y otras no. También pueden cambiar mucho los tejidos: van desde tejidos sintéticos y sin ninguna garantía hasta tejidos ecológicos certificados. El tejido absorbente suele ser de origen sintético en todas.

Además de este asunto de los tejidos, el otro punto negativo de las bragas menstruales es que para cambiarte, tienes básicamente que desvestirte salvo que escojas las bragas Xula. Sobre ellas y las otras opciones que he podido probar hasta ahora, te hablo en el artículo en el que comparto mi opinión sobre las bragas menstruales.

Conclusión: tú eliges (y un bonus track)

Para mí, todas las alternativas reutilizables son una magnífica alternativa para una menstruación sostenible. pero sólo tú podrás decidir qué es mejor para ti.

Pero por si quieres subir de nivel, te cuento que aún nos queda otra opción extremadamente sostenible: el sangrado libre.

No hablamos de ir con una mancha de sangre por el mundo, sino de controlar tu útero al punto de ser capaz realmente de no llevar ninguna protección, y vaciarlo en el lavabo tal como vacías tu vejiga al orinar. ¡Maravilla!

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¡Hasta la próxima!

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