Pallet Pavilion
Hoy os voy a hablar sobre un lugar muy ecocosmopolita: se trata de un espacio urbano, de uso comunitario, recuperado colectivamente, construido totalmente por materiales reciclados, reutilizados o reutilizables y mantenido gracias a crowfunding. El Palet Pavilion o pabellón de palets se encuentra en la ciudad Christchurch, en Nueva Zelanda, y evidentemente lo amé desde que supe de su existencia gracias a amiga que me envió este artículo a mi página de Facebook. ¡Gracias Núria!
De espacio abandonado a centro cultural
Y ésta es la historia: la comunidad de Christchurch se apoderó de un espacio del centro de la ciudad que estaba abandonado desde que los terremotos de los años 2010 y 2011 azotaron el lugar. Como la ciudad se había quedado sin suficientes espacios adecuados para pequeños conciertos, pues los anteriores habían quedado inutilizables por los desastres naturales, se decidió crear un pabellón temporal que cubriera estas necesidades.
No dejes de ver este vídeo del proceso de construcción realizado a partir de fotografías:
Obra colectiva
Impulsados por un colectivo llamado Gap Filler, que se dedica a rehabilitar, con soluciones transitorias, los espacios abandonados tras los terremotos, este curioso pabellón fue construido con 3000 palets de madera. Fue concebido por jóvenes diseñadores con el apoyo de expertos profesionales y levantado por 250 voluntarios que trabajaron en el proyecto durante unas seis semanas. Todos los materiales y equipos fueron donados, reutilizados o prestados, y cuando el pabellón sea desmontado, serán devueltos a sus propietarios o destinados a nuevos usos.
Tiene capacidad para albergar 200 personas, y entre sus palets color cielo sembrados de plantas se celebran conciertos, espectáculos y funciones de cine al aire libre. Además, los espacios del pabellón pueden ser aquilados para eventos de instituciones y empresas, lo que a su vez ayuda a cubrir los gastos del local. También ofrece servicio de bar-cafetería.
Proyecto de crowfunding
El pabellón de palets fue inaugurado en diciembre de 2012 e inicialmente debía desaparecer en junio de este año, cuando comienza el invierno en la región. Sin embargo, gracias a una campaña de crowfunding lograron conseguir en sólo un mes 80.000$, los fondos necesarios para mantener el lugar durante un verano más. Por lo tanto, si casualmente pasas por Nueva Zelanda en los próximos meses, no dejes de visitar la capital de la isla Sur, Christchurch, y su pabellón azul. Seguro que encontrarás alguna actividad interesante.
Pero, sobre todo, si tienes un buen proyecto en mente, capaz de repercutir positivamente en tu entorno, ya lo sabes: no lo descartes por imposible. Sólo busca apoyo y haz que sea también el proyecto de los que te rodean. Manos a la obra.
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…y conoces ideas o proyectos de crowfunding con utilidad social como este que estén en curso en BCN? o en proyecto?
No conozco pero seguro que hay. Me hacen falta muchas horas en el día pero es cuestión de googlear. Busca también por aquí: http://www.crowdacy.com/crowdfunding-espana/.
(Ya nos contarás tus hallazgos por Facebook: https://www.facebook.com/ecocosmopolita).
lo he mirado por encima y no consigo ningún proyecto para espacios físicos en Barcelona. Hay algunos proyectos raros, otros para donaciones no específicas, otros de grandes empresas, cosa que no entiendo y alguno interesante, pero como digo nada específico. Seguiré monitoreando a ver qué ondas y si consigo algo lo pondré en el FB
🙂
De espacios físicos, algo parecido a esto no he visto. Lo más cercano (sin crowfunding ni nada parecido), son los huertos urbanos que muchas veces son tomados por el colectivo (en mi barrio hay uno así y justo al lado de mi casa hubo un intento que no dejaron ser) y algunos espacios y casas ocupados donde hacen actividades culturales, reivindicativas, etc… (aquí también hay una).
he conocido un par de huertos, el más recien en un casal del barrio llamado La Miranda al lado del park Güell, es fantástico, tienen hasta gallinas y los vecinos participan y comparten tanto la tierra como los animales.
En el Raval había otro pero era un terreno ocupado, no sé si han logrado mantenerlo.
Hasta gallinas, qué bien. Eso no lo he visto en la ciudad. 🙂
y en el sitio hacen conciertos mercadillos, te diría uno de los casales que más me ha gustado.
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