Esta semana tenemos una invitada al mando: Lorena Salgado, autora del blog Hay Eco, quien se ha colado en La Ecocosmopolita para hablarnos de comida lenta o slow food.
Te invito a visitar su blog y, sobre todo, las historias de su reto contra el consumismo. ¡Ahora mismo lleva diez meses «sin comprar»! ¿Y cómo se vive sin comprar (casi nada más que comida)? Mejor que te lo explique ella personalmente.
¡Te dejo con Lorena!
“Lo llaman comida rápida porque llegarás a tu muerte mucho más deprisa” dijo un tal James Blacker, que no estoy segura de saber quién es, pero creo que tiene toda la razón.
Estarás de acuerdo conmigo en que hoy las cosas van a toda velocidad: nos comunicamos al instante, nos desplazamos rápido, deseamos todo a corto plazo y comemos comida rápida muy rápido. Se nos ha olvidado que las cosas requieren su tiempo para disfrutarlas y sobretodo para que sean saludables.
Así que quiero proponerte hacer las cosas de otra forma, con calma, disfrutando del camino y no enfocándonos solo en el punto donde pensamos que queremos estar. Esta es la filosofía del movimiento slow, que se inició con la slow food.
¿Qué es Slow Food?
Slow food (comida lenta) es un movimiento que surgió en Italia en 1986. Cuando la cadena de comida rápida McDonald’s abrió una filial en plena Plaza de España (Roma), se organizó una manifestación para protestar contra la fast food. Este fue el inicio de una reivindicación que promueve la lentitud en la comida, los productos naturales, las recetas locales y el disfrute sin prisas.
Carlo Petrini es considerado el fundador de este movimiento que poco a poco se fue convirtiendo en internacional. Actualmente la asociación está presente en 150 países y cuenta con más de 83.000 socios.
La asociación Slow Food
El movimiento Slow Food se convirtió en 1989 en una asociación internacional que no ha dejado de crecer. Su símbolo es un caracol, por la velocidad a la que se mueve por la vida este animal.
Desde la web de Slow Food España, puedes hacer una donación o asociarte desde 50€ (25€ si tienes menos de 30 años) y disfrutar de unas cuantas ventajas, como son los boletines de noticias, la guía Slow Food, descuentos, etc. También puedes encontrar toda la información sobre el movimiento, artículos interesantes sobre alimentación e incluso comprar productos.
Desde luego formar parte de esta asociación puede ayudarte a alimentarte de forma consciente, pero también serás parte de una comunidad que reivindica un estilo de vida mucho más sostenible. Será aportar tu granito de arena al activismo alimentario.
A raíz de esta asociación surgió también la Fundación Slow Food para la Biodiversidad, que apoya la agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, el bienestar de los animales y el derecho de las comunidades a decidir qué producir y qué comer.
Principios del movimiento Slow Food
El movimiento Slow Food es mucho más que comida lenta, es una forma completamente distinta de ver las cosas y de vivir, que promueve:
- Educar el gusto contra la calidad mediocre de la comida y los fraudes alimentarios.
- Acciones para salvaguardar la cocina local, las producciones tradicionales y las especies vegetales y animales en peligro de extinción.
- Un modelo de agricultura nuevo, que sea menos intensivo y más limpio. Este modelo debe estar fundamentado en los conocimientos de las comunidades locales y debe ser capaz de ofrecer perspectivas de desarrollo incluso en las regiones más pobres del planeta.
- La protección de los alimentos, las materias primas, las técnicas de cultivo y de transformación, que hemos heredado de los usos locales consolidados en el tiempo.
- La defensa de la biodiversidad de las especies, tanto cultivadas como salvajes.
- La protección de locales gastronómicos que por su valor artístico, histórico o social, forman parte del patrimonio cultural.
Como ves, además de fomentar un ritmo de vida más lento y el placer gastronómico, el movimiento Slow Food apuesta por proteger los ecosistemas, por el desarrollo social y la preservación de la cultura local. También por una agricultura más respetuosa y, en general, por una alimentación consciente.
Restaurantes Km 0
Los restaurantes Km 0 transmiten la filosofía Slow Food, con la colaboración de cocineros y productores. Estos restaurantes deben ser certificados por la asociación para asegurar que cumplen ciertos criterios:
- Promueven la reducción de las emisiones de dióxido de carbono producidas por el transporte de los alimentos.
- Divulgan las cualidades y el valor de los alimentos.
- Favorecen el consumo de productos locales y estacionales.
- Los platos Km 0 incluyen un 40% de sus ingredientes de origen local, por lo que el restaurante debe comprar directamente a un productor a menos de 100 km de distancia. El 60% restante de los ingredientes que componen un plato Km0 deben pertenecer a una serie de productores concretos o tener certificación ecológica.
- Ningún plato podrá tener alimentos transgénicos o animales que hayan comido transgénicos.
Los restaurantes Km0 destacan por la calidad y la seguridad alimentaria, por lo que son una excelente opción a tener en cuenta cuando salgas a comer.
8 consejos para alimentarte de forma más consciente y sostenible
Si lo tuyo no son las asociaciones, pero quieres alimentarte de una manera más sostenible y consciente, puedes comenzar por aplicar esta serie de consejos:
- Tómate tu tiempo: come con atención, conocimiento y lentitud. Esto hará que disfrutes más de la comida y que además te alimentes de forma más saludable.
- Elige alimentos locales y de temporada: Tienen un impacto ambiental menor y acostumbran a ser más sabrosos. Comprando en establecimientos locales o directamente al productor, también estás ayudando a la economía y al desarrollo local.
- Apuesta por la calidad y evita los alimentos procesados, éstos son los causantes de muchos problemas de salud que tenemos en la actualidad (obesidad, hipertensión, diabetes…), pero además tienen un impacto ambiental mucho mayor que los alimentos frescos.
- Planifica los menús: la planificación te permite ahorrar tiempo, pero también sirve para comprar solo aquello que necesitas y evitar desperdicios alimentarios. Por desgracia, más de un tercio de la comida que compramos termina en la basura, y en la mayoría de los casos esto se puede evitar con una buena planificación.
- Evita generar residuos innecesarios: además de seguir en consejo anterior para no tirar la comida, puedes prescindir de los envases en los que vienen muchos alimentos comprando a granel y llevando tus propios reutilizables. En este post de La Ecocosmopolita encontrarás muchos consejos para comprar a granel sin residuos.
- Aumenta el consumo de vegetales y disminuye los alimentos de procedencia animal. Los vegetales tienen un impacto ambiental mucho menor que la carne, los lácteos, lo huevos, etc. Por otro lado, no solo beneficias al medio ambiente, sino que también beneficias a tu salud.
- Vigila las raciones: Lo cierto es que comemos más de lo que nuestro organismo necesita, cuando esto supone un mayor consumo de recursos y en muchos casos, problemas de salud. Come lo que necesites, pero no te excedas. Por otro lado, también tendemos a cocinar más de lo que nos vamos a comer, lo cual termina en la basura aumentando el despilfarro.
- Busca el equilibrio en tu alimentación y en general, en tu vida, porque ese es el verdadero sentido de la sostenibilidad.
¿Te has quedado con alguna duda? ¿Tienes algún truco para alimentarte de forma consciente? Nos vemos en los comentarios.
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