Yo, que cada vez compro menos ropa, estaba necesitando un nuevo bikini y, desde luego, quería que fuera un bañador ecológico en la medida de lo posible. Por eso he estado súper contenta de recibir una muestra del top Montezuma y la braguita bikini brasileña de Cabuya SurfBikinis, ambos con el estampado cactus, diseñado especialmente para Cabuya, que amé desde el primer momento que lo vi.
Tiremos de la cabuya
Me encanta saber la historia que hay detrás de una marca sostenible porque siempre es inspiradora. Para Cristina Cañamares, responsable de Cabuya, todo comienza en agosto del 2011, después de un día de playa inolvidable en «el paraíso» de Cabuya, en Costa Rica. Echaba de menos un bikini deportivo cómodo, que le permitiera practicar deporte en la playa y moverse con libertad, pero sin dejar grandes marcas ni renunciar a un estilo favorecedor. «Prendas de las que te quedan genial si te pones una camiseta encima para irte a comer o un concierto «
Además, ella sabía bien que, aunque vendan una vida idílica en contacto con la naturaleza, los bañadores de las marcas deportivas más conocidas son confeccionados con tejidos poco sostenibles y repletos de químicos, con un impacto ambiental importante, como toda la industria de la moda convencional. Y a Cristina le importa mucho el medio ambiente; siempre ha colaborado con asociaciones ambientales y desde los 18 años es socia de Greenpeace, así que, de entrar en el negocio de la moda, tenía que hacerlo con el compromiso ambiental y social por delante.
A Cristina, además de las olas y el mar, le apasiona el mundo de la moda: «A veces parece que la moda es algo frívolo cuando en realidad es una forma de expresión artística de gran valor cultural. Yo, que soy geógrafa de formación, conozco por ejemplo la estrecha relación que hay entre la forma de vestir y la geografía de un lugar. Con Cabuya quiero reinvindicar el valor de la moda como una forma de expresión personal y darle voz a la mujer que se identifica con los valores de la marca.«
Un bañador para mujeres de hoy
Los diseños de Cabuya SurfBikinis son moda sostenible «para una mujer normal pero no corriente». Una mujer que busca divertirse de forma sostenible y, por lo tanto, practica un consumo responsable. Una mujer perseverante, que sabe que «el éxito está en intentarlo», que precisamente es el lema de la marca.
Al mismo tiempo, son para una mujer «a la que le gusta correr por la playa, jugar a las palas, hacer castillo de arena, surfear o practicar yogal sin renunciar a un estilo de tendencia». Por eso son piezas cómodas, adaptables, que admiten distintas posiciones y además, que combinan de maravilla entre sí. Eso sí, de momento son tallas más bien pequeñas (yo me he quedado con una L). Para que escojas el modelo que más te favorece, han preparado una guía de tallas.
Buscando la proximidad
El nacimiento de Cabuya no ha sido sencillo (probablemente emprender nunca lo sea). Aunque el sueño de Cristina era desarrollar el producto de forma totalmente local, de momento no ha conseguido la forma de unir la calidad de acabados que busca con unas condiciones laborales a la medida de sus expectativas.
Así que finalmente escogió un taller de un pequeño pueblo costero del norte del Portugal, con 40 años de experiencia,»donde se respira un ambiente familiar, y las trabajadoras salen al mediodía para recoger a sus hijos en la escuela y comer con ellos en casa, y a las 6 de la tarde ya han terminado su jornada laboral. Trabajadoras que se ven felices y que ganan un salario digno».
Tejidos a partir de la basura del mar
El tejido de los bikinis de Cabuya es 78% Econyl, un material de extraordinaria calidad fabricado a partir del reciclaje de redes de pescar de nylon y otros residuos que son recogidos en el mar. Este proceso reduce significativamente el consumo de agua y energía durante su fabricación, y además contribuye a limpiar los océanos en los que nos bañamos y de los que depende la vida. https://www.youtube.com/embed/MbKG3GQ2qzk
No nos engañemos, estamos formando auténticas islas de basura en nuestros océanos y el problema no tendrá solución si no reducimos drásticamente el consumo de plástico. Sin embargo, iniciativas como esta dan visibilidad al problema, reducen la explotación de nuevas materias primas y contribuyen a aprovechar los plásticos que ya hemos desechado.
Según datos de Econyl, por cada 10 mil toneladas de econyl, se eliminan 12,6 mil toneladas de basura del mar, se ahorran 70 mil toneladas de petróleo y se evita la emisión de 42 mil toneladas de CO2. El econyl se complementa con un 22% de lycra Xtralife, que si bien no tiene este sello de sostenibilidad, ayuda a crear un tejido de mayor calidad y más resistente. Además. se trata de un tejido cpm protección UVA 50+.
El resultado de esta mezcla es un tejido de fabricación más sostenible, hecho para aguantar los muchos baños de una mujer dinámica. Son piezas con textura suave y sedosa (hay que tocarlo para entenderlo: ¡es fantástico!), que no se transparenta, que resiste el cloro, se adapta al cuerpo si deformarse y que aporta una la sujeción necesaria para practicar deportes. Además, tiene protección UPF 50+.
Este post es una colaboración con Cabuya SurfBikinis, y está escrito desde el corazón, como todo en La Ecocosmopolita.
Porque hay muchas cosas maravillosas
en este mundo
y a mí me encanta compartirlas
Cada 15 días escribo una carta en la que comparto 3 cosas buenas y bonitas, que creo que deberías conocer ya sea porque son buenas para la Tierra o porque son buenas para ti.
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