La revolución de la moda en las aulas

La revolución de la moda sostenible en las aulas. Slow wear project

Hoy tenemos como autora invitada a Àngels Biosca, una experta en moda sostenible, y nosotras estamos enormemente felices de tenerla en casa. Viene a hablarnos de un proyecto apasionante y motivador, con un objetivo inmenso: llevar la revolución de la moda a las aulas.

Àngels Biosca es una activista que trabaja de forma intensa por un cambio hacia un consumo responsable de la moda. Es fundadora de The Slowear Project, una plataforma de moda sostenible especializada en divulgación, comunicación y educación. No te pierdas su blog y su Guía Slowear, un punto de encuentro entre marcas y consumidores conscientes.

Todas las fotos son de Alejandro Sánchez para Slowear Project.

¡Angels, es tu turno!

-Yve


Cuando me inicié en la moda sostenible, allá por el año 2012, no podía imaginar que me llevaría a reunir a su alrededor y en una sola, tantas de las cosas que me apasionan. El año pasado, tras un periodo de gestación, ensayo y error, que forma parte de cualquier emprendimiento, por fin, le di la forma que quería. Me permitía desplegar mi creatividad con el objetivo último de la concienciación del público hacia un gran cambio de paradigma, y lo podía hacer a través de la moda y la escritura, esos mundos que estaban dentro de mí desde siempre.

En The Slowear Project, en su estructura, en ese compromiso que firmé conmigo misma, tenía que estar la educación.

Contribuir al descubrimiento de nuevas realidades, técnicas o maneras de sentir, ayudando a los demás, me hace feliz, me divierte, me parece un maravilloso reto.

Educar al consumidor es la misión más importante y difícil de The Slowear Project, pero también la más apasionante.

Este curso he podido diseñar talleres destinados a jóvenes de Secundaria y Bachillerato. Cuando me dijeron en el primer instituto “Te ponemos a disposición el centro” casi me pongo a saltar de alegría. Porque esto no sucede cada día, de hecho, es dificilísimo poder entrar en las instituciones públicas, sin ser un docente que forma parte del “sistema”, por decirlo así.

De esta manera he podido poner en práctica mis ideas, haciendo de las sesiones una combinación de partes teóricas pero digeribles, que incluyen el uso de la tecnología, con otras más prácticas e insólitas como puede ser la costura, totalmente manual. Y ha funcionado.

La revolución de la moda sostenible en las aulas. Slow wear project
La revolución de la moda sostenible en las aulas. Slow wear project

 

Cuando en mi estudio (en mi cabeza) creaba, como en un laboratorio de química, la fórmula para hacer que aquellos chicos y chicas vivieran lo que significa la sostenibilidad aplicada a su ropa, algo que tienen tan cerca de ellos, que les toca cada día, no podía saber cómo recibirían ese cóctel que quería darles a probar. No olvidemos que se trata de adolescentes.

¿Por qué me he propuesto este objetivo tan complejo?

Las razones son, entre otras, darme cuenta de lo despacito que va el tema de la moda sostenible. Esto puede sorprender, pues por todas partes vemos el tema de la sostenibilidad, del cambio climático (y lo sufrimos) etc. Lo cierto es que está muy “de moda”, pero su avance real en nuestros armarios no acaba de llegar.

Cada día hay más gente arrastrando del carro, pero ¿estamos donde creíamos hace unos años que estaríamos? Cuesta materializar el cambio. ¿Por qué?

Mi opinión es que la sociedad española es receptiva pero aún resulta complicado llevar el interés general hacia otro criterio que no sea el precio de las prendas.

Tras un año en el proyecto creo que, tal vez, no sea suficiente dar a conocer marcas, abrir nuevas tiendas (cosa fundamental), como hacemos en nuestra Guía Slowear y el blog, si la gente no está preparada para entender estos productos y darles valor.

Además, o incluso antes de concienciar sobre las bondades de la moda sostenible, hay que incidir en frenar el consumo excesivo de ropa desde la educación.

Y aquí estoy yo. En la utopía, para algunos, y el reto para todos, de intentar contribuir a ello con los talleres y charlas que hago en los centros.

Material sensible

En los Talleres sobre Moda Sostenible y Consumo Responsable de The Slowear Project los protagonistas son los propios estudiantes. La unidad didáctica que desarrollamos se llama NO SOMOS FASHION VICTIMS. Ellos tienen la clave para que todo esto empiece a cambiar de verdad. Están en una edad en la que, sin información, serían un blanco perfecto para la publicidad masiva y a veces, muy agresiva, que les entra poco a poco y hablando su lenguaje. Y no olvidemos la gran influencia que puede tener en este momento de sus vidas, en el que se está asentando su identidad, los roles de género, empiezan sus relaciones de pareja, etc.

La revolución de la moda sostenible en las aulas. Slow wear project

Desde el punto de vista humano, lo cierto es que me han llegado a emocionar. Los jóvenes son como una flor que está abriéndose al mundo y, aunque den la imagen de cierto pasotismo, superficialidad o enganche tecnológico, no dejan de ser un material muy sensible que está esperando recibir todo tipo de estímulos. Es mucho más agradecido trabajar con ellos que convencer a los mayores para cambiar su consumo hacia la moda sostenible.

Nuevas tecnologías y handmade, un tándem perfecto para revolucionar las aulas

Me ha sorprendido que no tengan los prejuicios que esperaba (igual los tengo yo) a la hora de plantearles una técnica tan desconocida, poco trendy y asociada al antiguo papel femenino, como es la costura. Utilizamos las nuevas tecnologías para realizar cuestionarios en línea, visionar documentales o investigar en internet, pero me parece importante que toquen y experimenten con hilos y tejidos. A estas edades no suelen tener la oportunidad de usar las manos para crear algo. Y diría que un toque slow les va muy bien en su mundo sobresaturado y acelerado.

La revolución de la moda sostenible en las aulas. Slow wear project

Se han producido muchas anécdotas en las sesiones educativas. Han corrido algunas lágrimas visionando la serie Sweatshop, pero ha habido muchas risas también. Una cosa que me ha parecido muy bonita es la colaboración que surge entre ellos de manera espontánea.

La verdad es que me ha encantado enseñarles a usar las agujas o tijeras por primera vez. La experiencia de cortar tela, por ejemplo, era completamente nueva para la mayoría de ellos.

Los talleres de The Slowear Project se han complementado con las propuestas educativas de la organización Fashion Revolution, un proyecto global nacido en 2013, a partir del derrumbe de la fábrica textil Rana Plaza en Bangladesh. Algunos profesionales del sector de la moda se movilizaron para pedir activamente un gran cambio, poniendo el acento en las personas que intervienen en el proceso de fabricación de la ropa. Esta campaña pretende implicar a los consumidores para que pregunten a las marcas #whomademyclothes? (#¿Quiénhizomiropa?  a través de distintas acciones que se realizan a nivel global, de manera física y también virtual. (De la campaña Fashio Revolution ya habló La Ecocosmopolita en otra oportunidad.)

La revolución de la moda sostenible en las aulas. Slow wear project

Durante el mes de marzo y principios de abril se trabajaron en las aulas de los institutos de Aldaia (Valencia) los conceptos de consumo responsable de moda y sostenibilidad textil, y pensamos que finalizar con las actividades educativas de Fashion Revolution era el complemento perfecto para implicarles. Los jóvenes se convirtieron durante unas horas en activistas de la Revolución de la Moda, mediante un juego de cartas en el que investigaban el origen de las prendas que vestían, las marcas y el grado de cumplimiento de las empresas en materia de derechos laborales, ausencia de esclavitud y trabajo infantil, entre otras tareas.

En conclusión, el trabajo con los adolescentes en estos meses me ha demostrado que son el germen del cambio, pero el de verdad. Son creativos, despiertos, activos e inconformistas por naturaleza. Y en ellos está la semilla para transformar el mundo en algo mejor, que pueda mantener la esencia de la vida y transmitirla a su vez, a quienes lleguen después.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *