O una de reciclaje casero infantil #DIY
Si hay algo que se le da bien a los niños, es eso de dar nueva vida a lo que nosotros creíamos inútil. Ya sea esa caja de zapatos que ya no vamos a utilizar, un collar que ya no nos hace gracia o, como ha sucedido esta semana en casa, la botella del yogur con el que merendaron.
Abril lo vio clarísimo: de ese bote de forma tan prometedora sacaría algo. Dos veces tuvo que salvarlo del cubo de reciclaje de la cocina («¡Papi, que no lo tires!») y finalmente le llegó la inspiración: sería un cohete.
La idea de la estructura es de Abril. Simplemente añadió a la botella un cono de papel para la punta, que sujetó con cinta de embalar. Pensaba pintarlo directamente con témperas pero le propuse que le añadiera una capa de papel a toda la forma. Así se aseguraría de que no se desarmara, le daría un poco de fuerza a la punta y, además, cubriría el plástico, lo que permetiría que la pintura se adhiriera mejor.
Hubiera preferido que utilizara un sencillo engrudo, que es más ecológico, pero se hace con harina y justamente se nos había acabado, así que hicimos una disolución de cola blanca líquida en agua, en una proporción 1 a 1.
Utilizando este pegamento forró la nave con el papel de un folleto publicitario que estaba impreso en un papel mate, sin satinar, y lo dejó secar durante todo un día.
El resto creo que no requiere explicación.
Me gustaría ofrecerte fotos del proceso, pero mientras Abril trabajaba concentradísima en su proyecto, Amanda leía un libro en el sofá y yo estaba explotando ese huequito del día para trabajar. Que no es fácil hacerlo en casa y ser mamá. ¡Mucho menos en vacaciones!
Y a ti, ¿qué más se te ocurre crear a partir de una botella de plástico?
Me despido hasta el lunes, cuando os traeré la siguiente etapa del viaje al Canal du Midi.
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