Este verano, irremediablemente, me ha tocado mantener la máquina de trabajar en marcha casi sin pausa, como nos pasa a muchas personas emprendedoras. Pero he estado pensando en la importancia de tener vacaciones, seas trabajadora autónoma o no y me han dado ganas de escribir del tema.
Así que en este artículo hablo sobre cómo me organizo para tener vacaciones aunque sea emprendedora, pero también comparto cómo afronto los días de vacaciones familiares cuando, irremediablemente, me toca seguir trabajando.
Necesitas vacaciones
Exacto. El primer consejo es que hagas lo posible por vacacionar de verdad. Piensa que tu salud y tu bienestar son lo más importante para tu vida y también para tu negocio y que mereces un descanso.
Pero también sé que a veces no se puede. Yo, por ejemplo, este año he tenido una tormenta familiar que me impidió trabajar por meses: el final de una larga enfermedad de mi madre, dos largos viajes a Caracas y demasiados gastos con muy pocos ingresos ante todo este panorama. Así que estar trabajando en agosto en una casa en las montañas de Predes es, de hecho, un mal muy menor que me tomo con deportividad y agradecimiento. Pero también con equilibrio, como te contaré más adelante (y como podrás ver en esta foto de ayer por la tarde).

¿Los autónomos tenemos derecho a vacaciones?
La respuesta es, diría, sí pero no. Es decir. Como persona trabajadora autónoma tienes derecho a vacaciones, pero no tienes derecho a vacaciones remuneradas. Es decir, puedes dejar de trabajar cuando quieras, pero no tendrás ninguna compensación económica ni reducción en tu cuota de la Seguridad Social, salvo que te des de baja durante el verano, algo que tendrás que valorar muy bien con tu gestor.
Ahora, si eres autónomo o autónoma dependiente, es decir, si el 75% de tu facturación depende de un mismo cliente, tienes derecho a 18 días de vacaciones pero tampoco serán retribuidas. Esto quiere decir que la empresa que te contrata tiene que respetar estos días de vacaciones, no puede oponerse, pero nada más.
Mis consejos para asegurar tus vacaciones como autónoma
Yo soy bastante tozuda con mis vacaciones y las defiendo a capa y espada. Y suelo reñir bastante a mis amigos y amigas autónomas que no se toman un tiempo para descansar en el año. No porque me sobre el dinero, ni mucho menos, sino porque para mí el tiempo de descanso es tan importante como el de trabajo. Así que aquí te dejo algunos consejos que vienen de mi experiencia personal:
- Planifica con tiempo: Organiza tu trabajo durante todo el año para que puedas tomarte esos días libres. Planifica tus proyectos, tareas y plazos con antelación y cumple con ese plan. Evita dejar cosas para el último momento antes de las vacaciones o aceptar encargos que no puedas terminar antes de irte de vacaciones. Si es necesario y puedes permitírtelo, intenta delegar o subcontratar algunas tareas.
- Aprovecha los “bajones” de tu sector. Yo vacaciono sobre todo en agosto, porque es cuando coinciden mi marido y mis adolescentes de vacaciones, pero también porque en agosto sé que no tengo que dar charlas de sostenibilidad y, generalmente, es muy probable que cualquier consultoría o mentoría de comunicación que tenga en marcha, entrará en pausa. Así que es el momento perfecto.
- Incluye tus vacaciones en tu presupuesto: A la hora de establecer tu presupuesto anual y definir tus tarifas, planifica cuántos meses trabajarás realmente, y qué ingreso extra quieres tener para tus vacaciones. Así podrás disfrutar de tus vacaciones sin preocuparte por el dinero ni por perder clientes. Aunque tus ingresos actuales sean muy bajos, te recomiendo hacer el esfuerzo por garantizarte un “salario” durante vacaciones. (Doy por hecho que tienes una planificación económica y que ya separas tus cuentas de autónoma y las personales. Y si no es así, ¡tenemos que tener una conversación sobre esto, porque esto es muy importante para tu salud financiera y mental!)
- Fracciona tus vacaciones. Seguramente será mejor que te vayas 15 días en dos momentos del año, a que te vayas un mes seguido.. Puedes repartir tus días libres a lo largo del año, aprovechando las temporadas bajas o los puentes festivos. Así, tu proyecto notará menos tu descanso. Si tienes la suerte de tener socias o socios, lo mejor es intentar hacer turnos. Cuando tenía la cooperativa Usar y Reusar con Tere y Lucía, lográbamos tener un mes de vacaciones cada una, fraccionando y repartiéndonos las semanas de verano, y sólo cerrábamos por completo una semana al año.
- Pide vacaciones fiscales. Si eres autónomo, puedes solicitar a la Agencia Tributaria que te exonere de recibir cualquier notificación en el periodo en el que estés de vacaciones. Para ello, debes cumplir una serie de requisitos y presentar una solicitud con al menos 7 días de antelación. Y te librarás de una buena multa por no responder a tiempo a cualquier requerimiento.
- Organiza tus facturas. Revisa tus facturas, recibos, pagos y cobros antes de irte y asegúrate de que todo está en orden. Te lo recomiendo, porque así evitarás tener que llegar de vacaciones a ocuparte de esto y te ahorrarás malas sorpresas o retrasos en tus obligaciones fiscales.
- La tienda online no tiene que parar. Si tienes una tienda online y la llevas tú sola, déjala abierta explicando que los envíos se realizarán a tu regreso. No pierdas la oportunidad de seguir vendiendo mientras estás de vacaciones, pero sé transparente con tus clientes y avísales de que tendrán que esperar un poco más para recibir sus pedidos. Puedes ofrecerles algún descuento o regalo como compensación por su paciencia.
- Avisa a tus clientes. Ya ofrezcas servicios o productos, avísale a tus clientes con antelación las fechas en las que estarás ausente y las opciones que tienen para contactarte en caso de emergencia. De nuevo, si tienes un e-commerce, pon avisos en varios lugares en la web, en los e-mails posteriores a los pedidos, en tus redes, en tu newsletter. En mi experiencia, tus clientes lo entenderán. Si es posible (y necesario), deja a cargo a alguien de confianza que pueda atenderles o resolver sus dudas mientras tú no estés.
- Planifica contenidos mínimos con antelación. Y, si lo prefieres, programa la publicación con herramientas como Hootsuite, Metricool o el mismo planificador de META para que tus redes no tengan una caída muy significativa de visualizaciones. No hace falta que publiques todos los días, pero sí te recomiendo que mantengas una presencia mínima en tus canales digitales. Puedes crear contenidos relacionados con tus vacaciones, como fotos, vídeos o reflexiones más cotidianas y pausadas. Si te cuesta planificarlo y quieres que te dé una mano con la estrategia de comunicación digital, dale un vistazo a mis servicios de comunicación para emprendedoras que quieren cambiar el mundo. 🙂
- Por un aviso automático en tu correo electrónico notificando que estás fuera, y salvo que creas que puede surgir alguna emergencia, olvídate de leer tus emails hasta tu regreso.
Consejos para los emprendedoras que, sí o sí,
tenemos que seguir trabajando en vacaciones
Es posible que, a pesar de todo, te toque seguir trabajando mientras estás fuera de “vacaciones”, en pleno verano y con la familia en su propio mood. Es la cruda realidad y así estoy yo este año.
Aunque, como he dicho, intento siempre hacer unos días de vacaciones absolutas, hace unos años me tocó también seguir trabajando en mi libro, Residuo Cero comienza a restar desde casa mientras disfrutaba de un intercambio de casa en Euskadi, por ejemplo. Además, aunque intento parar del todo todos los años, cada año suelo escaparme sola con mis hijas, durante una semana, a algún lugar tranquilo en el que combino trabajo y relax. Así que sé de qué hablo.

Por eso aquí van los trucos que hacen que trabajar y “vacacionar” con la familia al mismo tiempo sea más sostenible para mí, y de hecho, se parezca a las vacaciones
- Hazte un horario. Si estoy cerca de la playa, me gusta reservarme un rato a primera hora para nadar. Pero estos días que estoy en la montaña, prefiero ponerme a trabajar tempranito y dejar la tarde para pasear.
- Instálate a trabajar en un rincón agradable, en el que puedas trabajar a gusto. Puede ser en el mismo lugar en el que te alojas, en un café cercano si estás en una ciudad o, por qué no, en ese chiringuito tan lindo de la playa.
- Mide el tiempo que usas para trabajar. Yo me he propuesto trabajar 3 horas cada día. Ni menos ni más. Para esto me viene genial una app que se llama Toggl, que te permite etiquetar cada sesión de trabajo. Luego puedes acceder a resúmenes que te dicen cuánto tiempo dedicas a cada tarea.
- Te recomiendo la técnica pomodoro, que te invita a trabajar en bloques de 25 minutos en los que te enfocas a tope e intercalarlos con pausas de 5 minutos en los que contemplas el paisaje, haces unos saludos al sol, meditas unos minutos, ¡o descansas como te apetezca! Toggle también tiene una función para trabajar en Pomodoros.
- Controla tus expectativas. Si quieres solucionar todo lo que no has podido hacer el resto del año, acabarás frustrándote.
- A pesar de todo, intenta reservarte algunos días de total desconexión, que los agradecerás por pocos que sean. ¡Aunque tres días a la semana! (los fines de semana deberían ser sagrados).
- Duerme temprano para aprovechar el día al máximo. Esto me lo digo a mí, que me cuesta muchísimo últimamente.
- Recuerda que el alcohol no es un buen amigo del buen rendimiento. (qué aguafiestas, ¿no?) Pero me da rabia cuando me tomo ese delicioso vermut y me deja aplastada en el sofá, no sé si te pasa lo mismo. A mí, personalmente, los ratos de contacto con la naturaleza me cunden mucho más.
- Apúntante a los intercambios de casa. No puedo evitar decirlo: podrás estar en un espacio de ensueño como esta casa en la que estamos estos días, en los que hay espacio de sobras para que todos estemos a gusto mientras yo trabajo. En este artículo te explico cómo funcionan y con este enlace tienes un cupón de descuento y puntos extras para tu cuota anual de Home Exchange.
Y bueno, hasta aquí llega este artículo, que espero que te ayude a disfrutar de unos días de relax, idealmente en desconexión total y, si no es posible, al menos a conciliar mejor tu vida de autónoma con las vacaciones. ¡Gracias por la visita!
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