El reto de conseguir un desodorante natural, sostenible, saludable ¡y que funcione! no es poca cosa. Por eso hemos invitado a una experta en la materia, Ana Álvarez Arraibi, fundadora de Vitexana, una consultoría especializada en productos naturales, para que nos ilumine un poco el camino. Te hago spoiler: Por mucho que puedan gustarte, los desodorantes en aerosol tienen un alto coste ambiental que no podemos ignorar. En este artículo, Anna nos explica por qué evit∂desarlos y nos habla sobre qué alternativas de desodorantes ecológicos están disponibles para quienes que buscamos un cuidado personal más sostenible.
Te dejo con Ana.
Desodorantes en aerosol: una opción a evitar
Los desodorantes en aerosol contienen compuestos nocivos para el medio ambiente y para nuestra salud que son liberados a la atmósfera por su forma de aplicación, y que contribuyen a la contaminación del aire.
Aunque parezca que se trata solo de una pequeña cantidad, lo cierto es que son una de las fuentes de liberación de compuestos orgánicos volátiles a la atmósfera.
¿Qué son los Compuestos Orgánicos Volátiles?
Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son sustancias químicas que contienen carbono y que se evaporan fácilmente a temperatura ambiente.
Aunque algunos COV pueden ser de origen natural -como los aceites esenciales que desprenden las plantas-, el principal problema está en los compuestos sintéticos que aparecen en la atmósfera en grandes cantidades debido a la actividad humana, algo especialmente preocupante en las grandes ciudades. Estos compuestos pueden reaccionar en la atmósfera y contribuir a la formación de ozono troposférico y aerosoles, que son componentes importantes del smog.
Los COV pueden provenir de actividades industriales, como la fabricación de productos químicos o limpieza con solventes, pero también provienen de la pintura, los ambientadores y ciertos productos de cuidado personal como los desodorantes en aerosol. Por lo tanto, aunque estos productos aportan buen olor y parece que limpian, realmente contaminan la atmósfera. De hecho, varios estudios señalan que los COV contribuyen al cambio climático, puesto que participan en reacciones químicas que forman gases de efecto invernadero en la atmósfera.
También existen estudios que han determinado que la exposición prolongada a altos niveles de COV puede tener efectos negativos en la salud humana, incluyendo irritación respiratoria, asma, daño al hígado, y riñones) y, en algunos casos, efectos carcinogénicos.
Otros problemas de los desodorantes tradicionales
Ingredientes que pueden afectar la salud
Los desodorantes tradicionales contienen otros compuestos químicos que pueden afectar tanto a nuestra salud como al medio ambiente. Este es el caso de compuestos químicos como el triclosán, los parabenos y las fragancias sintéticas.
Otros ingredientes polémicos y muy usados en los desodorantes convencionales son las sales de aluminio antitranspirantes, como el clorhidrato de aluminio. Aunque los estudios sobre su relación con enfermedades como el cáncer de mama o el Alzheimer no son concluyentes, consideramos prudente evitarlos.
Estos compuestos no solo llegan a nuestra piel, sino que también pueden contaminar el aire y las aguas residuales teniendo un impacto en los ecosistemas acuáticos.
Contaminación por plástico
Otro factor a tener en cuenta es el tipo de envase que se utiliza en los desodorantes. Muchos desodorantes vienen en plástico, lata u otros materiales no reciclables o biodegradables. Cuando no prestamos atención a los materiales de embalaje de nuestro desodorante natural, contribuimos al exceso de basura que contamina el medio ambiente.
Desodorantes naturales y sostenibles: ¿Qué alternativas tenemos?
Desodorantes en crema
Estos desodorantes naturales suelen estar compuestos por una crema base que contiene bicarbonato, aceite de coco y otros aceites y mantecas vegetales, además de aceites esenciales con propiedades antibacterianas que ayudan a eliminar el mal olor. Esta opción es muy recomendable, ya que al ser en crema, no contribuyen a la contaminación atmosférica.
Están formulados con ingredientes naturales generalmente compatibles con la piel. Es posible que algunas personas desarrollen alergias a ciertos componentes de los aceites esenciales, por lo que es importante revisar los alérgenos indicados al final de la lista de ingredientes. Por otra parte, el bicarbonato puede causar irritación en algunas personas, así hay que prestar atención a posibles reacciones.
También es aconsejable optar por envases reciclables, como cartón o envases metálicos, que son una alternativa más ecoamigable que el plástico.
Consejo de la Ecocosmopolita: Usa muy poca cantidad de desodorante y espárcelo bien para no manchar tu ropa. Me gustan mucho el desodorante natural en crema de Maison Karité, los de Ben & Anna y los de We Love, pero como ya ha comentado Ana, estos tienen bicarbonato de sodio y no a todas las personas sientan bien.
Por eso, te recomiendo el desodorante natural en crema de Maminat, sin bicarbonato de sodio. Su ingrediente activo principal es el hidróxido de magensio, que tiene un efecto antibacteriano (el crecimiento bacteriano es el responsable del mal olor) y es apto para pieles más sensibles. Es más cremoso y con textura más suave que cualquier otro.
Desodorantes en barra:
Son similares a los desodorantes en crema pero en formato de barra. La composición de estos desodorantes naturales también se basa en aceites y mantecas vegetales, bicarbonato y aceites esenciales. El mayor problema de estos desodorantes es que tienden a no ser muy estables, sobre todo cuando empieza el calor, y pueden romperse. Por esta razón suelo recomendar más los desodorantes en crema que considero que son más fáciles de usar.
Consejo de la Ecocosmopolita: si se rompe tu desodorante natural en barra, puedes moldearlo un poco con los dedos para adaptarlo a una lata, y así podrás seguir usándolo. Y aplícalo sobre la piel ligeramente húmeda para esparcirlo mejor. El desodorante de Banbú, que no tiene más packaging que una caja de cartón, es mi preferido. Pero si se te hace raro y buscas un formato más parecido a un desodorante en barra tradicional, prueba los de Ben & Anna.
Piedra de alumbre:
Otra opción es la piedra de alumbre, un mineral compuesto de sulfato de aluminio y potasio. Se extrae de yacimientos minerales, principalmente de la alunita, un mineral presente en diversas partes del mundo. El proceso de extracción del alumbre de potasio implica trituración, molienda, purificación y cristalización de la alunita para obtener el producto final. La sostenibilidad de este producto depende del proceso de extracción del alumbre y del envase utilizado. En general, se puede decir que es bastante sostenible, ya que una única piedra de alumbre puede durar varios meses o incluso años. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta piedra contiene aluminio y por eso algunas personas prefieren evitarlo por precaución.
Consejo de la Ecocosmopolita: Aunque hace muchos años que decidí no usar este desodorante por las dudas ante la presencia de aluminio, si decides usarlo, recuerda humedecer la axila o el propio desodorante antes del uso para que sea efectivo
En conclusión, es importante ser consciente del impacto medioambiental que pueden tener estos productos y hacer una selección informada Los desodorantes naturales, como los que vienen en crema, eliminan la emisión de sustancias nocivas y utilizan envases fácilmente reciclables, ofreciendo una opción consciente para el cuidado personal.
Al optar por desodorantes más respetuosos con el medio ambiente, no solo se protege la salud personal, sino que también se contribuye a la preservación del entorno. La transición hacia alternativas ecológicas en el cuidado personal es esencial para evitar los impactos negativos de los productos convencionales en el planeta y en la salud humana.
Este artículo fue escrito por Ana Álvarez Arraibi, química de productos naturales y fundadora de Vitexana. Te animo a seguirla en Linkedin y en Instagram (como @vitexana) y a visitar su blog, donde puedes encontrar más información sobre productos naturales y plantas medicinales.
Porque hay muchas cosas maravillosas
en este mundo
y a mí me encanta compartirlas
Cada 15 días escribo una carta en la que comparto 3 cosas buenas y bonitas, que creo que deberías conocer ya sea porque son buenas para la Tierra o porque son buenas para ti.
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