Tres verdades sobre el Cambio Climático

Desertización por Cambio climático

Dentro de dos días, personas de todas partes del mundo tomaremos las calles para exigir energías limpias en la Marcha Ciudadana Global por el Clima. Ya en un post anterior hablamos sobre lo que nos mueve: la necesidad urgente de reducir, sobre todo, el consumo de energías fósiles para frenar el creciente calentamiento global.

Para hablar sobre este tema, tengo a un  autor invitado en el blog. Es el Dr. Daniele Viganò, astrofísico e investigador del Institut de Ciències de l’Espai de Barcelona, voluntario activo de Greenpeace Catalunya y otro de los voluntarios que ha participado en la organización de la Marcha Ciudadana Global por el Clima de Barcelona.

En estos días de preparativos, Daniele Viganò ha estado conversando con el Dr. Javier Martín-Vide y ha querido compartir en La ecocosmopolita los frutos de este dialogo. Un lujo de invitado, porque  Javier Martín-Vide es catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, experto de cambio climático, académico de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona y miembro correspondiente de la Académie Royale des Sciences d’Outre-Mer de Bélgica. Un placer tener a ambos en casa. Sin más, te dejo en su buena compañía.

-Yve


DV: Qué es el cambio climático? Es cierto que el hombre es la causa de este cambio?

JM: El cambio climático no es una novedad. El planeta que habitamos ha sufrido muchos cambios climáticos a lo largo de su historia geológica. El cambio es consustancial con la Tierra. Sin embargo, el cambio climático actual, cuya manifestación más visible es el calentamiento global, tiene una causa diferente a las de los cambios pretéritos: por primera vez es el ser humano el causante de un cambio climático. Nuestras emisiones de gases de efecto invernadero están dejando ya huella en el sistema climático a una escala global.

DV: En qué nos afecta este cambio climático?

JM: La manifestación más clara del cambio climático actual es la elevación de la temperatura del aire, de 0,85ºC en el período 1880-2012. Tal valor, que aparentemente despreciable pero a nivel planetario es realmente sustancial, está induciendo el aumento del nivel marino (y recuérdese que un porcentaje importante de la población mundial habita en franjas costeras) y el retroceso de los glaciares (que en algunos casos es fuente de agua potable para poblaciones).

DV: Qué medidas se pueden tomar a nivel político? Y qué pueden hacer los ciudadanos a nivel práctico para proteger al planeta?

JM: Los jefes de estado del mundo han de alcanzar un acuerdo político internacional vinculante que logre una restricción drástica y urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, para lo que hay que decarbonizar la economía, con la sustitución de los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables. El ciudadano ha de ahorrar energía y agua, debería elegir la opción política más coherente y comprometida con la problemática ambiental y tendría que mantenerse bien informado. A pesar de que no hay motivos para el optimismo, deberíamos todos ser positivos, para revertir la situación.

Muchísimas gracias a Martín-Vide por estas reflexiones y a Daniele por hacerlas llegar hasta nosotros. Efectivamente, dentro de dos días exigiremos responsabilidad y compromiso a nuestros gobernantes, pero es necesario que lo hagamos desde la plena conciencia de que el cambio tiene partir también de casa. Sólo si todos cambiamos nuestros hábitos, reducimos el consumo de electricidad y de energía en general, nos transportamos de forma más sostenibles y consumimos de forma responsable, podremos lograr cambiar esta terrible curva de las temperatura terrestres.

Y tenemos que creer, tal como dice Martín-Vide, que es posible. Porque es demasiado tarde para ser pesimistas, enorme frase que me he robado del documental Home. Guárdatelo para esta noche, que es un placer para los sentidos. Un placer perturbador, pero un placer. Y, Barcelona, recuerda: nos vemos el domingo, a las 11 am, en el Moll de la Marina. Justo enfrente del Hotel Arts. Vestidos de blanco y con corazones verdes.

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