25 formas de ahorrar luz y también un poco de dinero

Molino de producción de energía eólica

El gasto de electricidad tiene mucho peso en nuestra economía familiar y, lo que es mucho más importante, en nuestra huella de carbono y en el cambio climático mundial de origen antropogénico, que es el causado por nosotros, los humanos, los peores habitantes del planeta. Ten en cuenta que en tan sólo 25 años el consumo energético mundial se ha duplicado y se espera que aumente en un 56% para el año 2040. Además, la factura de la luz en España se ha incrementado en un 71% en la última década, así que conviene tomar cartas en el asunto y ahorrar luz, en la medida de lo posible.

Por otra parte, no todos consumimos la misma cantidad de energía. Veamos las desigualdades en la distribución del consumo de energía eléctrica per cápita por países en este mapa del Banco Mundial:

Supongo que queda claro por qué me he tomado la molestia de reunir 25 trucos que pueden ayudarnos a reducir el gasto (despilfarro) de electricidad en casa y, con un poco de suerte, a bajar un poco nuestra factura de la luz.

Tranquilo, que no te pediré que vivas a dos velas ni que te duches con agua helada (aunque al parecer es de lo más sano que podemos hacer).

Y allá vamos, ¡A ahorrar luz y energía!

  1. Ahorra energía en la cocina siguiendo los 20 trucos que presenté semanas atrás.
  2. Prefiere las bombillas led. Consumen alrededor de un 60% menos energía que las bombillas de bajo consumo para lograr una iluminación similar. Un buen sistema es ir cambiándolas a medida que se van estropeando.
  3. En el post sobre el  ahorro de energía en la cocina ya mencionamos la importancia de la eficiencia energética de los electrodomésticos; lo mismo te digo para todos los equipos de casa.
  4. No dejes los electrodomésticos y equipos electrónicos en stand-by porque siguen consumiendo energía; se calcula que entre un 5 y un 20% del gasto energético de una casa se debe al famoso stand-by.
  5. Desenchufa todos los aparatos eléctricos que no estés utilizando, especialmente si tienen una luz encendida, un reloj o un transformador. He encontrado una tabla con el consumo estimado de distintos aparatos en reposo.
  6. Evita los electrodomésticos y otros aparatos inalámbricos. Normalmente necesitan mucho tiempo de carga para lograr una autonomía mucho más breve. Por otra parte, si siguen enchufados una vez están cargados, continuarán consumiendo energía. Éstos, junto a los de los dos puntos anteriores, son algunos de los vampiros eléctricos: chupan electricidad sin que te des cuenta.
  7. Navegar en la red, aunque a veces no lo parezca, también tiene un impacto ambiental así que reduce el uso de Internet. Recuerda que todo lo que ves en tu pantalla está consumiendo energía, no sólo en el dispositivo que utilizas sino también a través del router, de los servidores que te están enviando la información y de toda la infraestructura que hace que la señal llegue hasta ti. Y esta va conmigo.
  8. Si quieres ahorrar luz, apaga el router por las noches, cuando salgas y en cualquier ocasión en que no lo estés utilizando. Un router consume más energía que un ordenador portátil.
  9. Si tienes que dejar el ordenador por un rato, ponlo en reposo al momento de levantarte de la mesa pero apágalo si volverás en dos horas, sobre todo si éstas pueden acabar siendo más. Sin embargo, si tienes que interrumpir el trabajo muchas veces durante el día, el apagado y encendido frecuente terminará afectando tu equipo y a la larga será peor. Usa el sentido común ante todo.
  10. Ajusta el brillo del monitor de tu ordenador de acuerdo a tus necesidades de cada momento.
  11. Si tienes distintos tipos de dispositivos con conexión a Internet en casa (y no estoy diciendo que los necesites), piensa que el tablet consume menos energía que un ordenador con un monitor de grandes dimensiones, por decir algo, y en muchos casos puede ser suficiente.
  12. Utiliza un temporizador para programar la desconexión automática de ciertos artefactos que podrían quedarse encendidos en tu ausencia (por ejemplo, la estufa o el calentador del agua si son eléctricos). Puedes comprar un temporizador externo, que se coloca entre el enchufe el artefacto y el tomacorriente, si el aparato no trae uno incorporado.
  13. Lava la vajilla con agua fría, al menos generalmente.
  14. Así mismo, lava la ropa con agua fría. Vale, salvo que estés en una batalla campal contra los piojos u otros seres indeseables.
  15. Evita el agua demasiado caliente en las duchas (y éste es uno de mis pecados, lo confieso).
  16. Reduce el uso del aire acondicionado y la calefacción al mínimo (o evítalos por completo) y cuando los utilices, hazlo con cordura. La idea no es estar con jersey en verano o en tirantes en invierno, que las estaciones están hechas para sentirlas y, de hecho, sus ciclos nos ayudan a regular nuestro organismo.
  17. Intenta que tu casa esté bien aislada del exterior. Revisa las ventanas -que idealmente deben ser dobles- así como las juntas y el borde inferior de las puertas, para que no permitan que el calor se escape fácilmente en el invierno (y ese es otro asunto pendiente de esta casa, porque la mala noticia es que cambiar las ventanas no es algo demasiado barato).
  18. No tapes las salidas de los radiadores o aires acondicionados con ropa ni ningún objeto, si quieres ahorrar luz.
  19. Pinta las paredes de tu casa de colores claros, para que la luz solar se refleje.
  20. Mantén limpias las ventanas y lámparas de casa, y así podrás aprovechar la luz, ya sea natural o artificial, al máximo.
  21. Haz un uso razonado de cortinas y persianas. En invierno deben estar completamente abiertas para dejar pasar la luz. En verano, en cambio, es mejor que estén cerradas hasta que se oculte el sol, sobre todo en las zonas que no estamos utilizando y que reciben la luz directa, o siempre que estemos fuera de casa.
  22. Si eres de las personas que aún utiliza la plancha (¡adivina quién no!), acumula una buena cantidad de ropa y plánchala en una sola sesión; no diez minutos hoy y diez mañana.
  23. Únete a una cooperativa dedicada a la producción de energías limpias como Som energiaGoiEner o Zencer. Vale, esto no hace que gastes menos electricidad y, además, de momento no ahorrarás dinero (de hecho, tendrás que hacer una pequeña inversión) pero sabrás que estás contribuyendo con un planeta más sano.
  24. Si no estás en España y tu vivienda tiene las condiciones necesarias, te animo a invertir en unas placas fotovoltaicas que te permitan generar energía a partir del sol para el autoconsumo; si estás en el reino de Felipe VI, debes tener en cuenta que la clase política que sufrimos ha aplicado un importante impuesto al sol así que, aunque el medio ambiente debería importarnos más que el bolsillo, deberás hacer tus números con cuidado, pues ahora es mucho más costoso que antes. Por otra parte, también puedes practicar la desolbediencia en cualquiera de sus formas (pero que no se diga que lo he dicho yo).
  25. Parte de la subida en el precio de la electricidad que sufrimos en España se debe a que se ha elevado el precio de la potencia contratada, es decir, la parte fija de la factura, que frecuentemente es mayor que lo necesario, por no mencionar que las compañías han aumentado la potencia contratada en algunos hogares sin pedir permiso a nadie, como nos sucedió a nosotros. Por lo tanto, si quieres ahorrar luz tendrás que analizar tu consumo real y bajar la potencia contratada siempre que sea posible. Eso sí, ten en cuenta que bajarla más de lo debido puede resultar muy caro.
La reforma energética en jaque. ¡Bájate la potencia!

Para terminar, te invito a analizar tu factura de la electricidad y a hacer este test de consumo de energía que ofrece la Fundación Vida sostenible. Te dará idea de por dónde puedes ahorrar luz. Y, nada, ahora que los niños están de vacaciones, ¡menos tele y más vida al aire libre, para ahorrar electricidad y ganar energía de la buena!

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