El árbol de Navidad más sostenible ¿natural o artificial?

Es una pregunta típica de estas fechas: ¿Es mejor un árbol de Navidad natural o un árbol artificial?

Como suele suceder, no hay una respuesta única para este dilema. Nos encanta dividir el mundo entre blanco y negro, pero la realidad es que siempre hay un montón de matices en medio. Tanto el árbol de Navidad natural como el árbol de Navidad artificial tienen sus puntos a favor y sus puntos en contra. Lo interesante es conocerlos todos y tomar una decisión consciente.

Como ya dije en este artículo con ideas de regalos de Navidad para niñas y niños, me encanta disfrutar de las fiestas en familia. Y siempre intentamos compartir alguna sesión de arte para producir algún adorno para las fiestas. La foto que viene a continuación, por ejemplo, muestra un calendario de adviento que hicimos entre todos hace algunos años y contiene un mensaje especial para cada día.

Calendario de adviento. ¿Natural  o reciclado? ¿Qué es más sostenible?
Calendario de adviento. Natural o reciclado

No es de revista, lo sé. Hemos hecho mejores y además, es de un material nada sostenible, pero esa guirnalda de falso pino la encontramos abandonada en la calle y está dando vueltas por casa desde el 2012, más o menos. Y a las niñas les encanta, así que la aprovechamos mientras aguante.

Nuestro árbol natural

Cada año vuelve la temida pregunta: ¿Qué arbolito pondremos en casa? y en ese momento siempre recuerdo las Navidades del 2009, cuando nuestra adolescente mayor tenía solo 3 años.

Me senté con ella frente al ordenador para «googlear» en búsqueda de inspiración para hacer un arbolito de Navidad artesanal y encontramos muchas ideas. Yo pensaba que le gustaban hasta que comenzó a decir, ante cada uno de mis hallazgos, la misma frase: «está lindo mami, pero nosotros no queremos uno así ¿verdad? Porque queremos un árbol de Navidad de verdad, ¿verdad?» Siempre buscando complicidad y con un toque angustiado

La abuela Marlene se rió mucho con la anécdota pero, sobre todo, se puso del lado de su nieta: se autonombró madrina de Navidad y nos regaló el árbol de Navidad natural, es decir, “de verdad verdad”, aunque pequeñito para no sentirnos tan culpables, que nuestra benjamina estuvo muy feliz de escoger.

Árbol de Navidad ¿Es más sostenible natural o artificial? - Mi hija con su árbol natural
La benjamina con nuestro árbol natural del 2018. Su cara lo dice todo.

Puntos en contra de un árbol de Navidad artificial

La peque se hubiera conformado con un árbol de Navidad artificial con forma «de árbol de verdad», pero yo siempre les he tenido fobia.

De niña me chocaban por mi poca conexión con sus hojas sin vida ni olor. Y ahora, que soy grande y tan ecologista como alcanzo, sé que además son muy poco amigables con el medio ambiente:

  • Son de plástico: un material derivado del petróleo.
  • Evidentemente, no son biodegradables: tardarán cientos o hasta miles de años en desaparecer.
  • No son reciclables.
  • Su producción es altamente contaminante.
  • La mayoría vienen de China (lo que incrementa más aún la huella de carbono).
  • ¿Verdad que van perdiendo «hojitas»? Fiesta de microplásticos, que quién sabe a dónde van a parar.
  • Son más feos y sin alma, y lo sabes..

Puntos a favor de un árbol de Navidad artificial

Antes de poner un árbol artificial, prefiero decorar cualquier planta de casa. De hecho, lo hicimos antes de aquellas Navidades del 2018, cuando mi retoño mayor aún no hablaba tan fuerte y claro.

Sin embargo, como ya te adelanté, no todo es negativo. Los árboles artificiales pueden tener unos puntos a favor:

  • Evitan la tala de un árbol de Navidad.
  • Pueden usarse durante varias Navidades y eso quiere decir que puedes «amortizar» su huella ecológica: Cada año que usas un árbol artificial, sustituye la huella ecológica de un árbol de navidad natural.
  • No se me ocurren más ideas…

¿Es más ecológico un árbol de Navidad natural?

Es bastante probable que ahora estés dando por seguro que la mejor alternativa es el árbol de Navidad natural, y es que efectivamente tiene muchos puntos a favor. Vamos a verlo:

Puntos a favor de un árbol de Navidad natural

  • Los pinos que se venden para Navidad han sido sembrados con ese fin. Se trata de cultivos rotativos: por cada árbol cortado, se planta al menos uno nuevo.
  • Durante su tiempo de crecimiento los árboles naturales actúan como sumideros de carbono. O lo que es lo mismo, absorben CO2.
  • Los abetos navideños naturales son, obviamente, biodegradables.
  • Si nos deshacemos de ellos en la forma correcta, pueden servir para producir abono ecológico, convertirse en biomasa o ser reciclados para diversos usos.
  • Favorecen la economía rural y de proximidad, en lugar del «made in China».

Puntos negativo de un árbol de Navidad natural

Lo cierto es que no hemos repetido con arbolitos naturales, para la penuria de mis niñas. Déjame que te cuente por qué:

  • Un sembradío de pinos «de Navidad» no es un bosque sino un monocultivo. Por lo tanto tiene una biodiversidad infinitamente menor y requiere el uso de fertilizantes, pesticidas y herbicidas.
  • Muchas veces los pinos de Navidad no se compostan ni se reciclan correctamente. Y cualquier desperdicio llevado a un vertedero, aunque sea orgánico, tarda mucho tiempo en degradarse, emite COs y metano a la atmósfera, y produce contaminantes lixiviados.
  • Es posible comprar árboles de Navidad naturales con raíces pero eso no es garantía de que sobrevivan, salvo que hayan sido sembrados directamente en la maceta (puedes conseguir más información sobre las distintas presentaciones en las que puedes comprar un árbol de Navidad natural aquí). De hecho, nuestro lindo árbol de Navidad natural tenía raíces, pero no sobrevivió en una terraza.

En búsqueda de una conclusión

De acuerdo con este artículo, que es una revisión de dos estudios anteriores, la respuesta rápida a la pregunta que titula este texto es que el árbol de Navidad natural normalmente es más sostenible. Esto quiere decir que la producción y uso de árboles de navidad naturales tiene menor impacto que la producción y uso de los árboles de Navidad artificiales, en lo que se refiere a huella ecológica global y a huella de carbono y potencial de calentamiento climático en particular.

El artículo nos presenta un caso hipotético, recogido en uno de los estudios:

Tenemos dos árboles de Navidad. Uno natural y otro artificial. Ambos del mismo tamaño (alrededor de 2 metros de altura) que se compran a la misma distancia de casa. Si el natural es astillado e incinerado con recuperación de energía, el artificial tendría que ser utilizado por 20 años para igualar al natural en el potencial de calentamiento global.

Esto quiere decir, que sería equivalente a comprar 20 árboles de navidad naturales, uno por año durante 20 años y resultaría la opción más sostenible en cuanto a huella ecológica.

Desde el otro estudio analizado, se plantea que bastaría con usar el árbol de Navidad artificial durante 6 años para que fuera equivalente, más o menos, a la huella de comprar árboles naturales. Pero esto, como dice la canción, depende.

Depende, ¿De qué depende?

Voy a intentar resumir los factores que podrían alterar estos datos:

  • Distancia: En el estudio del citado ejemplo, se contempla que cada árbol ha sido comprado en coche a una distancia de 5km. Y, por lo tanto, que recorres esa distancia de ida y vuelta cada año en el caso del árbol natural, o solo una vez en el caso del artificial. Por lo tanto, si compras tu arbolito caminando en tu barrio -algo típico en una ciudad como Barcelona-, el árbol natural sale más favorecido aún. El otro estudio indica que si la distancia recorrida en coche desde la tienda a casa es menos de 4km, el árbol natural siempre gana.
    Desde luego, tampoco es lo mismo que yo compre en Barcelona un árbol de navidad natural cultivado cerquita, en el Montseny, a que mi mamá compre en Caracas -ciudad tropical- uno cultivado en Canadá (esos eran los más apreciados por allá, al menos cuando yo era una niña).
  • Tiempo: Analizando todo desde la otra perspectiva, la sostenibilidad dependerá de cuántos años tengas ese arbolito artificial en uso. No es lo mismo si disfrutas de ese árbol artificial durante tres años y luego te dé por renovar por uno más «llamativo», que si alargas su vida por 25 años. Si tienes un arbolito de Navidad artificial y quieres deshacerte de él mientras aún es capaz de mantenerse en pie, asegúrate de que alguien más lo aproveche (encontrarás ideas de cómo darle una segunda vida aquí ).
    Del mismo modo, tampoco es lo mismo si compras un árbol natural en maceta y luego sigue creciendo a tu lado por años. La huella de carbono también será amortizada en el tiempo.
  • Después de su vida útil: ¿Qué pasará con ese árbol natural cuando acaben las fiestas? ¿Seguirá viviendo en su maceta? ¿Será reciclado o compostado? Estas dos acciones son fantásticas, en cambio, si acaba en el vertedero, su huella de carbono aumentará de forma significativa, por las emisiones de metano, que es un gas con un potencial de calentamiento global 25 veces mayor que el CO2.
  • Los materiales y formas de cultivo: Desde luego, también influirá la sostenibilidad de la materia prima. Por ejemplo, si el árbol artificial está hecho de plástico reciclado. Tampoco es lo mismo si el cultivo del abeto es ecológico, minimizando el uso de químicos, o si proviene de un cultivo intensivo.

La mejor alternativa: un arbolito de Navidad artesanal (DIY!)

Para bien y para mal, tenemos una enorme influencia en nuestros hijos. Sembramos en ellos toda clase de principios (y prejuicios) así que con el tiempo me traje a las niñas a mi terreno.

Hace unos años Mau se inventó un árbol de Navidad muy especial y muy sostenible: nació de retazos de madera de una cama que reformó en un arranque de martillo y sierra. La decoración corrió por cuenta de los otros dos tercios de la familia (lo entiendo, puede parecer una escena un poco machista, pero es que el bricolaje pesado no es lo mío, y de momento, tampoco se le da a las niñas aunque nuestra primogénita apunta maneras).

Es el árbol que ves en la cabecera de este artículo.

Para nosotros era perfecto. Bueno, para las niñas «casi» perfecto: Un árbol de madera, reciclado y reciclable, orgánico, sencillo, económico, bello y, sobre todo, ¡nuestro! Sin dudas, para mí esta es la mejor opción, en términos de sostenibilidad, si no tienes ya un árbol en casa o si no te lo trae la vida….

Y es que a casa nos llegó hace unos años una alternativa muy sostenible e inesperada: Unos vecinos que se mudaban nos ofrecieron un arbolito artificial. Creo recordar que dijeron que tenía unos 10 años con ellos. Y mis hijas saltaron de alegría, porque sabían que su madre ecologista ya no tenía excusa: ellos iban a desechar el árbol y nosotras podíamos salvarlo. Yo prefería sin dudas el arbolito reciclado DIY de Mau, pero ya te imaginarás qué equipo ganó esta batalla.

No pasa nada, porque nuestro arbolito, salvado de acabar en la basura es, sin dudas, el más sostenible que podríamos tener.

Esta foto te la debo, prometo subirla tan pronto volvamos a decorarlo.

¡Que tengas unas felices fiestas!

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