Me atrevería asegurar que las primeras lecciones de consumo responsable que recibí de niña fueron sobre cómo ahorrar agua en casa, y creo que es lo habitual para la mayoría. En casa, en la escuela, incluso en la tele, recibimos mensajes sobre la importancia de utilizar el agua de forma eficiente. Sin embargo, sigue siendo una tarea pendiente para la mayoría: prácticamente cualquier habitante de una ciudad en nuestros tiempos puede (y debe) reducir el consumo de agua de una forma bárbara.
Según datos de 2014, cada español consume una media de 132 litros de agua cada día, mientras 2100 millones de personas no tienen agua potable en el hogar. Cuando pienso en estos datos, no puedo evitar sentir escalofríos y, desde luego, preguntarme qué podemos hacer para ahorrar agua en casa.
La huella hídrica o el agua que gastamos sin saberlo
Antes de comenzar quisiera explicar un concepto importante: la huella hídrica.
El concepto de huella hídrica, igual que la huella ecológica o la huella de carbono, puede calcularse para una persona, para una empresa, para un país o incluso para un producto. Se trata de una estimación de todo el volumen de agua que se utiliza para producir los productos y servicios que consume la entidad que estamos analizando, durante todo su ciclo de vida.
De este modo, nuestra huella hídrica personal es una estimación de toda el agua que consumimos directa o indirectamente, es decir, el agua que usamos a través del consumo directo, cuando nos duchamos, tiramos de la cadena o cuando nos servimos un vaso de agua o un refresco, pero también, el agua que se gasta en producir aquello que consumimos. Es un valor interesante y conocer sus cifras puede ser realmente sorprendente.
Por ejemplo, preparando este post sobre Mud Jeans (jeans fabricados con tejidos reciclados), nos enteramos de que la producción de unos vaqueros convencionales puede tener una huella hídrica de 7 mil litros de agua (sólo en el proceso productivo, desde el cultivo del algodón hasta llegar a tus manos). Así mismo, se estima que se necesitan 140 litros de agua para producir una taza de café y 13000 litros de agua para producir 1 kilo de carne de vacuno.
Si a pesar de la explicación anterior, aún piensas que consumes la menor cantidad de agua posible, te invito a revisar tu propia huella hídrica utilizando la calculadora de huella hídrica personal que Water Footprint Network (en inglés).
Qué podemos hacer en la vida diaria para un consumo responsable del agua
Sin olvidar, por lo tanto, que todo nuestro consumo tiene una huella hídrica que se suele hacer invisible, en casa podemos incorporar muchos cambios de hábitos para ahorrar agua y, además, gastar menos en la factura de su suministro.
Ten en cuenta que esta lista de ideas sobre cómo consumir menos agua en casa puede ser muy útil, pero no sufras si no puedes aplicarlo todo de golpe. Analiza la lista, que tiene más de 20 consejos de ahorro, y apúntate aquello que veas que puedas aplicar en tu casa. Pero ojo, el secreto, más que en la lista, está en comenzar a ver el agua como el bien valiosísimo que es.
- Regla número uno. Fundamental: Abres el grifo, usas el agua que necesitas y cierras inmediatamente. Nada de dejar el grifo abierto mientras enjabonas tus manos, lavas la vajilla, te echas el champú o te lavas los dientes. Y, si hay niñas y niños en casa, haz que lo vean como un reto divertido.
- Un baño de bañera consume hasta 200 litros de agua más que una ducha. Así que, si quieres ahorrar agua en casa, dúchate y deja los baños de inmersión para la playa o la piscina.
- Una ducha de unos 5 minutos es más que suficiente. Lo confieso con toda honestidad, este es mi punto débil en cuanto al uso responsable del agua, sobre todo en invierno. Pero siempre intento mejorar mi «desempeño». Es mi reto personal. Hace muchos años tuve un reloj de arena de 4 minutos, diseñado para estar en la ducha, y me ayudaba mucho. Otra alternativa es activar en el móvil, justo antes de entrar a la ducha, un temporizador de 4 minutos, a modo de aviso de que ya deberías ir saliendo del agua.
- Si utilizas una bañera para bebés, aprovecha el agua para la cisterna. En casa lo hacíamos con un cubo más pequeño para que fuera más fácil.
- Normalmente perdemos entre 1 y 5 litros de agua fría en la ducha mientras esperamos que salga la caliente. Así que, recoge el agua fría del comienzo y úsala también para el water, para fregar el suelo o para regar las plantas. Para hacerlo más fácil, una empresa de Valencia ha creado un invento que me parece la bomba. Se llama waterdrop, y es una bolsa diseñada para recoger el agua que normalmente desperdiciamos en la ducha. Tiene un asa para que puedas colgarla en el cuarto de baño y, cuando está llena, puedes llevarla cómodamente colgando del hombro. Como tiene una sencilla manguera, es muy cómodo para verter el agua en las plantas directamente, en un bidón de riego o en el cubo de fregar, por ejemplo.
- Puedes usar un vaso al lavarte los dientes e incluso algún recipiente al lavarte la cara, pues un grifo abierto consume hasta 15 litros de agua por minuto.
- Ni hablar de tirar de la cadena del wáter sólo para deshacernos de un papel. Descartado radicalmente. Cada vez que tiramos de la cadena gastamos entre 7 y 10 litros de agua.
- Recuerda que tirar tampones, toallitas húmedas y otros objetos al wáter, aunque estén etiquetadas como aptas para el inodoro, crea graves atascos en las depuradoras. Además de los problemas en la red, sucede que estos atascos hacen que agua sin tratar sea vertida a los ríos. Grave. Y ya que estamos, te invito a evitar el uso de las toallitas desechables (si así lo quieres, aquí te explico cómo hacer unas toallitas húmedas reutilizables en casa), y a pasarte a otras alternativas para la menstruación, como la copa menstrual o las compresas de tela.
- Instala un sistema de ahorrador de agua en tu cisterna, como el doble botón que te permite realizar descargas parciales. Si no tienes esa opción, otra alternativa para ahorrar agua en el cuarto de baño es insertar una botella de un litro de agua dentro de la cisterna, colocada de forma que no interfiera con su mecanismo. Esto te permitirá ahorrar ese litro de agua en cada descarga sin gastarte ni un céntimo y ni cambiar nada en casa.
- También existen sistemas aireadores para las tuberías, difusores para los grifos y otros sistemas de ahorros, como cabezales de ducha que, además, hacen que el baño sea una delicia y ahorran hasta más de un 60% de agua. Acércate a una ferretería y pregunta qué pueden ofrecerte.
- El lavavajillas, dicen los datos, gasta menos agua que lavar los platos a mano, pero éste debe ser un equipo moderno con gestión eficiente de los recursos y es importante usarlo siempre lleno.
- Al lavar platos a mano, no lo hagas con el grifo abierto.
- Utiliza también la lavadora con cargas completas y aprovecha los ciclos de ahorro de agua. Además, no metas a la lavadora la ropa si no está realmente sucia. De este modo, además de evitar un gasto innecesario de agua, las prendas te durarán más.
- La llave de entrada del agua de tu casa no tiene que estar abierta al máximo. Normalmente tampoco tienes que abrir el grifo del agua al máximo. Regula el caudal en ambos puntos y de inmediato comenzarás a gastar menos agua.
- Lava verduras y frutas dentro de un recipiente en lugar de hacerlo bajo el grifo, y aprovecha el agua para regar las plantas.
- No descongeles alimentos bajo el grifo de agua. Hazlo en la nevera y así, además de agua, ahorrarás energía.
- Riega las plantas en las horas de menos calor para que el agua no se evapore tan pronto. También lo agradecerán las plantas.
- Si tienes un jardín, evita utilizar la manguera. Utiliza un cubo para la limpieza y, para las plantas, regaderas, o, mejor aún, un sistema de riego automático por goteo.
- Evita también lavar el coche con manguera y hazlo con esponja y cubo si no lo vas a hacer en un lugar especializado.
- Si detectas un goteo en cualquier punto de casa, repáralo de inmediato porque suponen una pérdida de enormes cantidades de agua (unos treinta litros diarios).
Reduce también tu consumo indirecto de agua
Por último, ten en cuenta la huella hídrica de tu consumo, a la que ya hicimos referencia en la introducción:
- Revisa tu consumo de carne, lácteos, y productos de origen animal, por muchas razones pero, en este caso, por su gran huella hídrica.
- Ten en cuenta que para producir una botella de plástico de 1 litro se gastan más de 5 litros de agua. Y esta es solo una razón para beber agua de grifo. En este post «animado» hablamos de otras razones sociales y ambientales para pasar del agua embotellada. Así que bebe del grifo directamente o instálate un filtro para el agua si te parece que te hace falta y recuerda llevar siempre contigo una botella reutilizable con agua para no caer en «la tentación».
- Si el agua embotellada tiene una huella hídrica importante, las bebidas preparadas, en general, tienen una mucho mayor.
- Evita comprar productos superfluos, que no necesitas, y ¡consume con conciencia!
- Prefiere alimentos ecológicos, que también hacen un uso más racional del agua
Por cierto: usar productos desechables jamás será una forma de ahorrar agua.
Una recomendación final. Antes de comenzar a hacer cambios, te recomiendo que busques tus últimas facturas de agua y calcules el consumo medio por habitantes de tu casa. Luego, compáralo por la media de España, que es de 144 litros diarios. Ten en cuenta que se estima que el consumo per cápita de una familia con un consumo eficiente puede estar por debajo de los 50 litros diarios).
Me despido con una joyita de canción: Río del grupo colombiano Los aterciopelados.
¿Se te ocurren otras ideas de cómo ahorrar agua? ¡Comienza a cantar entonces, pajarito!
Porque hay muchas cosas maravillosas
en este mundo
y a mí me encanta compartirlas
Cada 15 días escribo una carta en la que comparto un popurrí de cosas que creo que deberías conocer, porque son buenas para la Tierra o porque son buenas para ti.
Recibe las cartas de la ecocosmopolitaQue un poco, es lo mismo porque formamos parte de este planeta.
Porque hay muchas cosas maravillosas
en este mundo
y a mí me encanta compartirlas.
Cada 15 días escribo una carta en la que comparto 3 cosas buenas y bonitas, que creo que deberías conocer ya sea porque son buenas para la Tierra o porque son buenas para ti.
Que un poco, es lo mismo, porque somos una misma cosa.