12 recomendaciones de ecobloggers para un turismo sostenible

Viajes sostenibles

Hablar de turismo sostenible a veces puede confundir. Podemos pensar que se trata necesariamente de contratar servicios especializados. Para mí, al menos, no es así. Para mí se trata sobre todo de la mirada con la que nos acercamos a ese lugar que estamos visitando y, desde luego, la forma en la que lo tratamos.

Y en todo esto profundizaré en este post con la ayuda de la comunidad de ecobloggers amantes de recorrer el mundo.

¿Qué es el turismo sostenible?

Viajar es algo maravilloso que nos permite entender el mundo de una manera más profunda, nos amplía el corazón y la mente, nos sana del estrés diario y nos obliga a tomarnos tiempo para nosotras mismas, cosa que a menudo nos cuesta en el día a día.

Sin embargo, viajar (como tantas cosas en esta vida), si no se hace de forma racional y consciente, puede ser muy poco sostenible y ecológico.

Para abordar este tema tan amplio y con tantas aristas, he decidido pedir ayuda a unos cuantos ecobloggers que aman viajar: Anna de OrganicusIrene Lane de GreenloonsSandra y Javi de Viajeros ReverdesIrene de La RecolectoraGabriela y Camilo de Plan B Viajero, Katarina de My Slow Journey y Diana de D Travels ‘round.

Todos ellos han compartido conmigo sus reflexiones sobre qué es el turismo sostenible y, sobre todo, algunos trucos para que nuestras vacaciones tengan el menor impacto posible, así que este post es un experimento escrito de forma colectiva, ¡olé!!!

Comenzamos hablando con Irene Lane de Greenloons, que es toda una experta en ecoturismo. Irene afirma que el turismo sostenible es:

  1. Una visita a un hábitat natural.
  2. Un turismo que maximiza los objetivos económicos y sociales del lugar de acogida
  3. Una forma de viajar que minimiza el impacto ambiental originado por nuestra presencia.

Irene dice, también, que el término ecoturismo ha sido muy manipulado, lo que crea mucha confusión sobre lo que es y lo que no es. Yo le doy toda la razón, pero acoto que para mí, si intentas aplicar la segunda y tercera característica de turismo sostenible de su lista, ya estamos por buen camino.

Quiero decir, que muchas personas que viajamos a destinos urbanos o urbanizados (ya sea una ciudad, un camping o un pueblo, por decir algo), queremos lograr que nuestro viaje sea lo más sostenible que esté en nuestras manos, aunque no estemos practicando ecoturismo.

Por eso aclaro que para este post hablaremos en términos más amplios, para ayudar a que tus vacaciones, sea cual sea el destino, estén a la altura que el planeta exige.

Así, más que de un tipo de viajes, hablaremos de una forma de viajar que, ya sea en un entorno natural o en medio de una metrópolis.

12 Principios para un turismo sostenible y sustentable

He preparado una lista de principios o recomendaciones para un turismo sostenible, que he definido con ayuda del súper aporte de mis súper colegas.

Difícilmente cumpliremos con todos estos principios, pero mientras más puntos tengas de esta lista, más sostenible serán nuestro viaje:

1. Proponte hacerlo sostenible

Si quieres practicar turismo sostenible, hace falta la voluntad de hacerlo sostenible. Irene La Recolectora asegura que «sin esto no llegamos ni a la puerta de casa». En esta idea, que tiene la maravilla de lo simple, han coincidido también los chicos de Plan B

«Muchas veces podemos tener la tentación de pensar que, ‘total, por un día (o dos, o cuatro) que dura el viaje no pasa nada’. Pero si tenemos la posibilidad de viajar de forma más sostenible, aunque sea solo por evitar comprar agua embotellada, ¿por qué no hacerlo?”. 

Los chicos de Plan B aseguran con razón que muchas veces lo que nos impide cambiar un hábito es, precisamente, la falta de voluntad. “Nuestros actos tienen consecuencias, el planeta no nos pertenece, nosotros pertenecemos a él. Así que sé el cambio que quieres ver en el mundo. Está en nuestras manos hacer la diferencia con pequeños cambios.”

2. Respeta la biodiversidad. Cuida de los animales y plantas del lugar.

Antes de llegar a un espacio natural, infórmate sobre la flora del lugar y cuídala de acuerdo a esa. información que recabes. Y en caso de dudas, no toques nada, por simple que te parezca.

Igualmente, infórmate sobre la fauna autóctona, y evita cualquier actividad que pueda perjudicarla y en caso de dudas, mantén distancia. Especialmente, te recomendamos evitar -al menos por regla general- de aquellas actividades turísticas que involucran a animales.

Sandra y Javi (Viajeros Reverdes) ya han escrito sobre el tema del turismo que involucra actividades con animales. Puede ser irrelevante para ciertos viajes pero determinante en otros. 

Por ejemplo, pasear a lomo de un elefante debe ser una experiencia inolvidable pero poco compatible con el respeto animal, que puede sufrir más de lo que te imaginas para regalarnos un rato entretenido.

Este precisamente es el tema también más importante para Diana D Travels ‘round, quien ya ha dedicado un post a la verdad sobre montar elefantes (en inglés). No hablemos de nadar con delfines o ballenas en un acuario.

Pero incluso prácticas que parecen más inofensivas, pueden tener efectos en el comportamiento de los animales. Por ejemplo, ver cómo las tortugas anidan en una playa puede alterar a los animales al punto de que se retiran sin haber desovado. ¿El consejo? Infórmate sobre la fauna del lugar y reflexiona antes de dejarte llevar por la emoción.

3. Reduce la huella de carbono de tus desplazamientos

La forma más ecológica y accesible de recorrer grandes distancias en relativamente poco tiempo es en tren, porque es la de menor consumo de energía per cápita. Según datos de RENFE SNCF, en tren consumimos entre 3 y 5 veces menos energía per cápita que por la carretera y entre 7 y 10 veces menos que en avión. Incluso viajar en coche, sobre todo si viajan varias personas, es mejor opción que el avión, aunque el transporte público siempre sale ganando.

Pero Ana Organicus nos recomienda movernos en bicicleta: “Harás ejercicio y reducirás tu impacto ambiental”. Y es posible incluso con familia, y ¡te lo digo por experiencia! Hace tres años viajamos durante una semana en bici por el Canal Du Midi, con las niñas en nuestra cargo bike. 😉 Si llegar en bici a tu lugar de destino no es una opción, tal vez puedes llevar la bicicleta contigo y harás más ecológicos tus recorridos en el propio lugar de destino. Nosotros lo hacemos en muchos de nuestros viajes.

Vajar en bici es más sostenible!
 ¿Menorca en bici? ¡Nos apuntamos!

Desde Plan B, desde luego, apoyan la propuesta de viajar sobre dos ruedas (¡el cicloturismo es su especialidad!) pero además nos recomiendan como una alternativa hacer auto-stop o viajar. Si el auto stop te parece demasiado improvisador, aún te quedan las opciones de coche compartido.

Si es en coche, sin prisas: ahorrarás combustible

A pesar de todo lo dicho, desde que tenemos niñas nuestras vacaciones suelen ser en coche o al menos involucrarlo en alguna parte del recorrido. Es algo que nos pasa a muchos.

Para que la huella de estas aventuras sea menor, Irene La Recolectora también trae recomendaciones para estos casos: “Si viajo en coche, intento moderar la velocidad. No es sólo una cuestión de seguridad; he comprobado que así el consumo de combustible es menor, y cuando más corres más consumes. No he descubierto nada nuevo, ¿verdad?. Y esto influye directamente en las emisiones de CO2 a la atmósfera y, por tanto, en casi todos los problemas del planeta. Yo tengo puesto el consumo instantáneo en el ordenador de abordo y así veo cuando voy por encima del consumo que me gusta mantener.”

4. Haz tus previsiones y lleva tus provisiones

La Recolectora nos recuerda que “con dedicar un poco de tiempo a pensar en el trayecto antes de salir de casa, vamos a evitar muchos residuos en la ruta. Yo añado que, además, ahorrarás dinero. Por ejemplo, «perder» un minuto en llenar la botella reutilizable de agua, hacer un bocadillo y llevarlo en un envoltorio de tela, o meter unos frutos secos en una bolsa de silicona va a evitar que compremos una botella o una bolsa de aperitivos en una estación de servicio.”, dice Irene. Así, además, evitarás los residuos, el gasto y también evitarás consumir fast food y la comida chatarra.

Y claro, si tienes una cocina en el lugar de destino, te recomiendo preparar algo para comer antes de cualquier de excursión. Para esto es importante que viajes con un buen equipo de reutilizables, y de esto hablaremos en breve.

5. Saborea la comida local y, si puedes, cocina

Ana Organicus nos recuerda que “la gastronomía es parte de la cultura de un país». Más aún, destaca que «consumiendo productos locales, contribuirás al desarrollo sostenible de la zona”.

Desde My Slow Journey, Katarina recomienda pasar de las guías de viaje en lo que se refiere a gastronomía. «Pregunta a la gente del lugar y encontrarás estos pequeños sitios que sirven los auténticos clásicos locales». Otro buen consejo de Katarina ir a la panadería, la tienda de vinos, la charcutería, la frutería y hacer un estupendo picnic con productos autóctonos. Si escoges las pequeñas tiendas de alimentación y los mercados locales, apoyarás la economía local y favorecerás el crecimiento de la región.

Para terminar, Katarina nos recuerda que tan importante como saber qué productos debemos comer, es saber cuáles debemos evitar (por ejemplo el consumo de pescado de stocks sobreexplotados).

6. Compra local y en pequeños comercios y disfruta de los servicios del lugar.

Disfruta de los servicios locales, para que tu inversión tenga un impacto económico positivo directamente en el lugar. ¡El turismo sostenible puede ser de gran ayuda para el desarrollo de una región!

Si quieres llevarte un recuerdo del lugar, busca comprarlo directamente al productor. Por ejemplo, acércate a mercados de artesanos o jóvenes diseñadores locales.

Será más auténtico que una baratija de una típica tienda de souvenirs y tu compra tendrá efecto directamente sobre la comunidad en lugar de ir a China. ¡Punto para My Slow Journey!

7. Reduce tus residuos al mínimo

Primero que nada, recuerda que el primer consejo para reducir residuos es evitar el consumo de productos innecesarios. Aplícalo durante tu estancia y durante toda tu vida.

La Recolectora comenta que «pensamos que nuestra basura desaparece según la tiramos al cubo, como por arte de magia, y a veces este pensamiento se agrava porque pensamos que producir basura en un lugar que no es nuestra casa ni nuestro «hábitat» nos afecta menos todavía.” En realidad, deberíamos tener aún más cuidado.

Plan B para esto nos recomienda evitar el consumo de productos empaquetados: “Muchas veces desconocemos que se hace con la basura en los lugares a los que viajamos. Comprando en mercados locales y a granel, no solo conseguiremos mejores precios, sino que ayudaremos al comercio local y generaremos menos desechos plásticos”.

Y desde luego, haz una correcta gestión de aquellos residuos que no puedas evitar.

Basura recogida de la montaña. Totalmente incompatible con un turismo sostenible!
 Cosas que nunca deberíamos conseguir en la montaña.

8. Lleva reutilizables para todo – opciones reutilizables

Organicus apunta: “Lleva siempre en tu mochila botellas reutilizables para agua y bolsas de tela suficientes…”. Viajeros Reverdes añaden a la lista fiambrerasvasos telescópicos, . Y también te recuerdo que no deben faltar platos de camping, tazas de acero, cubiertos de viaje, servilletas de tela y algunos envases tipo tuppers.

9. Lleva (y hasta crea) tu propio kit de higiene

Los veteranos en el arte de hacer minimalista tu viaje nos recomiendan evitar el consumo de productos industriales de higiene: “No solo que será más ecológico también será más natural hacer nuestra propia pasta dental, jabón.” Soy consciente de que es un reto importante, pero así, desde luego, sabremos qué estamos enviando al agua cada vez que nos aseamos. (¿te animarás a preparar tu propia hidrante o a lavarte el pelo sólo con bicarbonato y vinagre?).

En todo caso, si llevas una pastilla de jabón, usas champú sólido, algún hidratante de origen vegetal, como puede ser la manteca de karité y, para terminar, un buen protector solar -mejor que sea ecológico y sin plástico, ya te habrás ahorrado muchos productos más contaminantes.

Luego, piensa en qué desechables de higiene puedes sustituir por opciones reutilizables. Por ejemplo, maquinillas de afeitar con cuchillas recambiables, pañuelos de teladiscos desmaquillantes de algodón reutilizables y más.

Finalmente, Gabriela de Plan B destaca que la copa menstrual es una gran aliada y un gran alivio para reducir nuestra producción de desechos tóxicos. Yo te recuerdo que en muchos viajes también puedes usar compresas reutilizables de tela o bragas menstruales, que van genial.

Como bien afirma Gabriela, “Se calcula que una mujer durante su vida fértil llega a utilizar alrededor de 15.000 toallas femeninas. Es mucha basura, ¿no? A la Tierra le toma entre 100 a 600 años desaparecer estos desechos, que culminan en rellenos sanitarios, mares, ríos, lagos, donde afectan a la vida de otras personas y animales, dañando el paisaje y hábitat contaminándolo para siempre.”

Y este consejo vale para el turismo sostenible ¡y para el resto de tu vida!

Para ciertas cosas que necesariamente son desechables, como los cepillos de dientes, también cuentas con opciones más sostenibles como un cepillo de dientes de bambú.

10. Apóyate en la tecnología y evita el consumo de papel

Esta es una idea de Organicus, que puede reducir en mucho la producción de residuos de papel. 

Lleva todo lo que puedas en formato electrónico: los billetes de viaje, reservas de hotel, mapas y hasta guías de viaje. Además, añadiría, evitar ir cogiendo folletos innecesarios que luego acabarán en la basura o dando vueltas por casa por años. ¿no es cierto?

11. Acércate a la cultura del lugar de forma respetuosa

Trata con máximo respeto a sus habitantes (ya sea una ciudad o la selva), adáptate a sus costumbres, evita incomodar a nadie y respeta su cultura. E intenta vivir experiencias enriquecedoras y educativas, que te permitan conocer mejor (y así respetar más) ese lugar especial que has escogido como destino.

12. Alójate en establecimientos ecológicos

Al menos hazlo siempre que puedas y, si no, recuerda que un establecimiento de pequeña escala normalmente tendrá menor huella ecológica. Otra alternativa estupenda es, por ejemplo, alojarte en casa de una familia con un intercambio de casas por vacaciones. Yo soy usuaria de HomeExchange.


Y este post pasará a la lista de los más largos del blog, pero espero que te haya valido la pena.

¿Una idea para despedirnos con elegancia? Sal de tu casa rumbo a las vacaciones con la decisión firme de mantener durante las vacaciones una coherencia con lo que es tu vida el resto del año. Si quieres seguir descubriendo contenidos para un turismo sostenible, te recomiendo este post sobre cómo irte de camping en modo zero waste y este con destinos para un turismo sostenible en España. ¡Ah! Y no dejes de escuchar el episodio de mi podcast Flores en el Asfalto en el que entrevisto a Valentina Quintero, la Guía con Mayúsculas de Venezuela.

¿Resumimos en una simple lista todo lo que hemos hablado?

  1. Proponte hacerlo sostenible.
  2. Respeta la biodiversidad del lugar. Infórmate sobre plantas y animales autóctonos, y cuídalos
  3. Reduce la huella de carbono de tus desplazamientos.
  4. Emprende el viaje con provisiones y evita imprevistos.
  5. Saborea la comida local y, si puedes, cocina.
  6. 6. Compra local y en pequeños comercios y disfruta de los servicios del lugar.
  7. Reduce tus residuos al mínimo.
  8. Busca opciones reutilizables.
  9. Lleva tu propio kit de higiene.
  10. Apóyate en la tecnología y evita el consumo de papel.
  11.  Acércate a la cultura del lugar de forma respetuosa
  12. Alójate en establecimientos ecológicos

¡Mil gracias a todo ese gran equipo de viajeros blogueros por haber compartido conmigo sus pensamientos sobre lo que es el turismo sostenible y cómo conseguirlo!

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